España logra su objetivo en la cumbre europea

Barcelona

Aunque el pulso ha sido durísimo, España acaba de lograr su objetivo en la cumbre europea. Gozará, con Portugal, de un margen excepcional para aliviar el precio minorista de la electricidad, que se ha disparado por culpa del gas. En buena técnica negociadora, primero propuso un cambio del mecanismo general de fijación de precios. Pero a los del Norte no les convenía, porque por su estructura energética el perjuicio de los precios crecientes es ahí más relativo. Así que el Gobierno buscó sortear el obstáculo, con una fórmula intermedia. Y al final ha buscado, con Portugal, el camino de la excepción. Se la han tenido que dar. Porque, al fin y al cabo, el presunto Mercado Interior eléctrico europeo es más una orientación de futuro, una aspiración, que un mercado verdaderamente integrado. Ni siquiera la mercancía kilovatio circula libremente por todo el territorio comunitario. Las familias y empresas ibéricas pueden respirar.