Liberadas tres mujeres que eran forzadas a ejercer la prostitución en un local de Usera
Las llamadas de una de las victimas al teléfono contra la explotación sexual,900 10 50 90, han precipitado los arrestos
Vehículo de la Policía Nacional en Madrid
Madrid
La operación policial ha concluido con la detención de ocho personas como presuntas responsables de delitos relativos a la prostitución y contra la salud pública. Una llamada al número de teléfono de la Policía Nacional para denunciar casos de trata de seres humanos dio comienzo a la investigación.
Hace aproximadamente tres meses, una denuncia telefónica a través del servicio de atención 24 horas de prevención de situaciones de trata de seres humanos alertó a los investigadores.
Tres mujeres manifestaban ser víctimas de explotación sexual y laboral en una vivienda del barrio de Usera, asegurando ser sometidas a condiciones de salubridad e higiene deficientes y coaccionadas para que consumieran sustancias estupefacientes.
Las víctimas apuntaron que una mujer era la principal responsable de esta vivienda ejerciendo funciones de matrona o 'madame', siendo quien fijaba las condiciones de trabajo, obligando a las víctimas a ejercer la prostitución en jornadas maratonianas y sin descanso, pudiendo enlazar jornadas continuadas de hasta 24 horas.
La investigación policial ha concluido que en este local era habitual el consumo y el tráfico de sustancias estupefacientes -fundamentalmente de cocaína y éxtasis-, así como de diferentes fármacos, alcohol y tabaco.
Diariamente y de forma directa, estos productos se suministraban en la caja del local, reponiendo la mercancía a medida que esta se acababa, con reservas que la 'madame' ocultaba en su propio domicilio.
La responsable del domicilio obligaba a las víctimas a consumir estas sustancias en condiciones vejatorias en compañía de sus clientes, algunos de los cuales eran menores de edad. Además, en ocasiones, les exigían incluso transportar la droga desde otros puntos hasta el domicilio.
El control ejercido por la 'madame' era posible debido a que previamente había instalado en el interior del domicilio videocámaras de seguridad que registraban sin interrupción la actividad de las mujeres para que cumplieran con las jornadas impuestas.
En ausencia de la principal responsable, su marido y otras dos mujeres ejercían el papel de encargados, ocupándose, entre otras funciones, de cobrar a los clientes por los servicios sexuales de sus víctimas.
Estas figuras intermediarias se ocupaban, además, de publicitar el negocio en Internet, obligando a sus sometidas a posar desnudas para realizarles fotografías que servían como reclamo en la red.
Tras identificar a los integrantes de la trama, los investigadores efectuaron entradas y registros en tres inmuebles. En uno de ellos se procede a la detención de seis personas y la incautación de más de 1.800 euros en efectivo, una pistola táser, sustancia estupefaciente y fármacos potenciadores sexuales.
Asimismo, en los otros dos domicilios, se arrestó a la 'madame' y a su marido, interviniendo también varias dosis de sustancia estupefaciente dispuestas para su venta.
A los ocho detenidos se les considera presuntos autores de delitos relativos a la prostitución y contra la salud pública.
