Asi no, Gareth
La firma de Pedro Marchante

Cardiff (United Kingdom), 24/03/2022.- Gareth Bale of Wales applauds fans after the FIFA World Cup 2022 qualification playoff soccer match between Wales and Austria in Cardiff, Britain, 24 March 2022. Wales won 2-1. (Mundial de Fútbol, Reino Unido) EFE/EPA/PETER POWELL / PETER POWELL (EFE)

Mucho se ha hablado en los últimos días de la situación del Expreso de Cardiff, como se conoce al galés Gareth Bale. Resulta que el chico está enfadado porque nadie lo comprende y porque la prensa y los aficionados critican su actitud y no se preocupan de su salud mental.
Partiendo de la base de que, como ser humano libre que es, puede expresar su opinión como y cuando quiera, me parece cuanto menos ventajista hacerlo en este momento y dar lecciones de no sé muy bien qué. Gareth está triste y enfadado porque nadie lo comprende. Y es comprensible, nadie en su sano juicio entiende que esté lesionado día sí y día también y, en cuanto pisa suelo británico, su recuperación es milagrosa.
Una suerte de Dr. Jekyll y Mr Hyde moderno.
Parece olvidarse el galés de que es el Real Madrid quien le paga su ficha y quien, por ende, puede exigirle una profesionalidad y un compromiso de los que no está haciendo gala en las últimas temporadas, más bien está pecando de todo lo contrario. Querido Gareth, el sueldo hay que ganárselo día a día, en los entrenamientos y mostrando compromiso con tu equipo y tus compañeros. Es muy fácil “largar” de la prensa con los bolsillos llenos de euros y tras haber marcado goles ante la todopoderosa Austria.
No es exclusiva esta actitud del atacante galés, en su propio equipo y en el eterno rival se dan o se han dado casos semejantes en los que jugadores estrella anteponen sus intereses personales a los de sus clubs. Sirvan como ejemplo Umtiti en el FC o Eden Hazard en el equipo merengue, quienes, en un momento dado, decidieron arriesgar y jugar con sus selecciones aun a sabiendas de las consecuencias negativas pasa su salud. Eso sí, antes de tomar tamaña decisión, firmaron un contrato o renovación que les asegurase pingües beneficios incluso en caso de lesión, tampoco es cuestión de ser tontos.
¿Y los clubes que pueden hacer ante esto? Pues absolutamente nada más que callar, pagar y rezar por que no se les lesionen los jugadores que, altruistamente, ceden a las selecciones. En algún momento se deberían plantar porque son los clubes los que corren con los gastos y con el riesgo.




