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Economía y negocios

La factura del gas se dispara en las comunidades de vecinos con caldera común

Los edificios con una única instalación no pueden acceder a las tarifas reguladas y, en algunos casos, han visto cómo su factura se ha triplicado en un año

Una persona apaga el radiador. / picture alliance

Madrid / Vitoria

Miguel viene de tener una reunión con todos sus vecinos. Es el presidente de una comunidad de 40 viviendas del barrio de La Elipa, en Madrid, y le ha tocado dar una mala noticia: "Hasta noviembre todo iba bien, estábamos pagando 1.900 euros, pero en febrero nos encontramos con una factura de 12.190 euros". En la comunidad de Miguel, como en tantas otras de España en las que se comparte una caldera común, los precios se han disparado en el mercado libre y las puertas del mercado regulado, para ellos, están cerradas.

Factura de la comunidad de Miguel, donde han pasado a pagar más de 12.000 euros mensuales de gas.

Factura de la comunidad de Miguel, donde han pasado a pagar más de 12.000 euros mensuales de gas.

El año pasado, cuando los precios del gas todavía no habían subido como lo han hecho en los últimos meses, los vecinos de Miguel pagaban el kilovatio hora 0,038 euros. Pero en enero la empresa con la que tenían contratados los servicios les subió, sin avisar, la tarifa hasta los 0,16 euros el kilovatio hora. La historia se repite en muchas comunidades que comparten caldera. En Vitoria (Álava), Cristina cuenta que les llegan facturas mensuales de 300 euros pese a que han reducido notablemente el consumo desde el año pasado: "En la comunidad, al superar los 50.000 kilovatios al año, nos mandan al mercado libre y no nos permiten acogernos a la Tarifa de Último Recurso".

La Tarifa de Último Recurso (TUR) es la que regula el Gobierno y a la que solo pueden acogerse aquellos consumidores que están por debajo de 50.000 kilovatios. El problema con el que se encuentran quienes comparten caldera es que individualmente consumen mucho menos, pero para la Administración cuentan como un gran consumidor, en lugar de contabilizar como la suma de muchos pequeños. Pablo Ruiz, vocal del Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid, explica que, por esta razón, "las comunidades de propietarios han tenido que reducir el horario de consumo de la calefacción y se han visto obligados a emitir derramas extra para poder hacer frente a los consumos". En la comunidad de Miguel han decidido encender la calefacción durante menos horas y bajar la temperatura de 21ºC a 19ºC.

En la tarifa regulada, con un consumo de entre 5.000 y 15.000 kilovatios hora al año una vivienda pagaría a 4 céntimos el kilovatio. En la comunidad de Miguel, la mejor oferta que les ha llegado del mercado libre es de 11 céntimos.

En septiembre, el Gobierno aprobó un paquete de medidas para abaratar la factura de la luz y del gas de las familias. En el caso de la luz, hubo una reducción impositiva, pero en el del gas se optó por limitar la subida de la tarifa regulada. Una medida que no pueden disfrutar las comunidades de vecinos porque están obligadas a ir al mercado libre. Desde el Colegio Profesional de Administradores de Fincas de Madrid reclaman un cambio legislativo para que las viviendas que comparten caldera dejen de estar equiparadas a las grandes empresas y se permita lo mismo que al pequeño consumidor. "Otra medida que se podría valorar es reducir el IVA de los pequeños propietarios del 21% al 10%, o incluso al 4%, como se ha hecho con la factura de la luz", reclama Ruiz.

La factura impagable de la calefacción central