Victoria importante de un Pucela poco reconocible
Monchu y Roque Mesa firmaron dos golazos en la primera parte, pero el equipo sufrió y en ningún momento tuvo control del partido
Valladolid
El partido de Santo Domingo deja para el Valladolid una noticia buena y otra no tanto. La buena, sin duda, el resultado con una victoria que mantiene al equipo de Pacheta en la lucha por todo. La mala, las dudas del juego de un equipo que parece estar atravensando una pequeña crisis y haber perdido su capacidad de control y su nivel de insistencia en el juego ofensivo.
Porque ante el Alcorcón no generó apenas ni una jugada de ataque bien trenzada. Dos zarpazos con sendos disparos espectaculares de Roque Mesa, cuando no se habían cumplido tres minutos de juego, y de Monchu en el 32' dejaban un escenario perfecto para los vallisoletanos, pero el guión se fue torciendo ante un Alcorcon prácticamente descendido, pero con un nivel de energía más alto que el de los vallisoletanos. Óscar Rivas acortaba distancias en el 39' tras acudir a la llamada de un rechace ante la mirada de los defensores del Valladolid.
Lo mejor de la segunda mitad es que prácticamente no ocurrió nada. El Alcorcón acumuló futbolistas de ataque pero apenas hizo esforzarse a Masip, que antes había acertado con dos paradas de mérito. El Valladolid, por su parte, sufría su desorden, aunque pudo sentenciar con un buen robo de Weissman que no culminó Óscar Plano en la más clara de todo el partido.
De esta manera concluyó un partido del que se pueden sacar pocas conclusiones positivas de no ser la victoria, que no es poco.