Fallece Unai Martínez, el operario de 35 años víctima del accidente en la refinería
El deportivismo llora la muerte de uno de sus seguidores más fieles
A Coruña
Ha fallecido esta mañana Unai Martínez, uno de los operarios de la empresa Nervión, subcontrata de Repsol que resultó herido en el accidente de la refinería de A Coruña este fin de semana. A sus 35 años participaba junto a otro compañero en los trabajos de parada en una de las unidades de conversión. Vecino del barrio de Palavea era muy conocido en las peñas del Deportivo porque solía viajar con el equipo como aficionado. El comité de empresa de la refinería se concentrará a las tres menos cuarto de la tarde en solidaridad con la familia mientras sigue la investigación sobre lo ocurrido.
Los sindicatos denuncian que los operarios subcontratados trabajan cada vez en condiciones más precarias y con menos salario. Su situación les impide, aseguran tener suficiente formación en prevención. La multinacional petrolera ha decidido suspender los trabajos de Parad y mantenimiento programados para hoy. Mañana miércoles se guardará un minuto de silencio en la refinería a las 12 de la mañana. Lamenta profundamente el fallecimiento y transmite su pesar a su familia a través de un comunicado.
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A la espera de los resultados de la investigación del accidente la CIG, como sindicato mayoritario de la refinería, ha reiterado que Repsol tiene que mejorar el funcionamiento y dotación de la ambulancia que presta servicio en el interior de las instalaciones. Si organiza un plan de contingencia al margen de los servicios públicos tiene que tener, a su juicio, una ambulancia medicalizada, de la que carece. A expensas de lo que señale la comisión de investigación su representante, Ventura Agís, señala que los tiempos de atención no fueron los adecuados.
Repsol se remite al resultado de la investigación para aclarar las causas y circunstancias del suceso.
El deportivismo llora la muerte de Unai, uno de sus seguidores más fieles
Unai Martínez tenía 35 años. Vecino de Palavea de toda la vida y deportivista de siempre. Amaba tanto los colores blanquiazul que creó con un amigo una peña a la que llamaron Kalimero. Viajaba con la expedición del Depor siempre que podía y por eso conocía a todo el mundo, a los titulares del balón y a los de la grada. Su pasión por el fútbol le llevó a conocer a su compañera de vida Lorena -tesorera de la peña "Orgullo Koruño"- .
El día de su boda no dudaron en posar con una bufanda de la agrupación Cheka, a la que Unai también pertenecía. Ese día de agosto pasado hasta las mesas de invitados llevaban el nombre de los graderíos de Riazor. Quienes lo conocieron afirman que era una buena persona, accesible, interesado en su barrio y "muy riquiño" como lo ha definido Antón Lezcano. Unos y otros lloran su pérdida y le dan el adiós en color blanquiazul.
