Las gasolineras rurales no pueden afrontar la subida de precios: "Si Repsol va a hacer descuentos de hasta 20 céntimos, más vale que cerremos"
Tres gasolineras rurales nos cuentan en La Ventana cómo están sufriendo la subida del precio de la gasolina, que se une a una crisis que se lleva incrementando desde la despoblación y el inicio de la pandemia
Las gasolineras rurales no pueden afrontar la subida de precios
05:23
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1648566193620/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
"Nos recuperamos un poquillo del coronavirus y otro zasca, cuando más tranquila estás aquí no levantamos cabeza". Elvira lleva 20 años abriendo junto a su hermana una pequeña gasolinera a las afueras de Cabeza del Buey, en Badajoz. Elvira lleva también 4 horas esperando a que el camión que les suminsitra el gasoil llene sus tanques porque le ha retenido lo que queda de huelga de transportes. Vende poco sobre todo a agricultores y vecinos, tan poco vende que ni siquiera las grandes petroleras llaman a su negocio: "He hecho cuenta por lo alto e imagino que conllevará pedir préstamos y endeudarte más. Competir con Repsol que ha dicho que va a hacer descuentos de hasta 20 céntimos... más vale que cerremos".
A San Miguel de Bernuy -al noreste de Segovia- llegó tarde el teléfono y todavía se espera una conexión a Internet de mínima calidad. Para sus 180 habitantes tener WhatsApp es el futuro. La gasolinera de Gabriel está en el cruce de calles que puede considerarse con cierta imaginación el centro del pueblo. Atiende a unas 60 personas al día (casi todos jubilados, dice) procedentes de una docena de pequeños municipios. Así que oyó ese adelanto de 20 céntimos el litro y le sonó apocalítico.
¿Es rentable?
Gabriel pasa en esa gasolinera 15 horas al día durante las que atiende a unas 60 personas. ¿Compensa? si echamos la cuenta en horas dice que no. ¿Ha pensado en dejarlo? Reconoce que sí, pero no cree que a nadie le interese su negocio. Si cerrara obligaría a hacer más de 50 km para repostar a sus clientes: 25 de ida y 25 de vuelta.
A 500 km de San Miguel de Bernuy y 300 habitantes más está Losa del Obispo, en Valencia. El aliciente es que la gasolinera está al final de la autovía y José Rubio pone en verde el balance gracias a los camioneros, más bien ponía porque la recaudación ha caído un 60% estas tres últimas semanas. El propietario de esta gasolinera asegura que la medida del gobierno es un parche que no va a solucionar el problema porque hace solo unos meses la gasolinera no era 20 sino 60 céntimos más barata. Además es consciente de que la presión que están sufriendo las pequeñas gasolineras abarata el sueño de las grandes petroleras: seguir extendiéndose aunque reconoce que sus ofertas nunca les han interesado porque trabajar bajo una gran marca supone reducir su margen de beneficios. Así que José compra el combustible a la misma petrolera que le corteja pero más barato que si hubiera instalado en lo más alto de su gasolinera el logo de esa gran multinacional y fuera visible desde todo Losa del Obispo... y más allá.
Toñi Fernández
Edición Hora 14, sección de reportajes, Hoy por Hoy reportajes, Gerente de comunicación y jefa de prensa...