El largo viaje de Miroslava Sivolainen, de 9 años, acaba en Ávila como gimnasta

Ávila

Miroslava Sivolainen, de 9 años, ha viajado durante 22 interminables días desde Ucrania hasta Ávila, donde llegó hace una semana con su madre, tras un periplo lleno de tristeza y dolor que se ha visto paliado, en parte, con la integración de la pequeña en el club "Abula Gym", donde ha seguido con su preparación como futura gimnasta.

De hecho, este sábado Miroslava ha sido la 'estrella' de la exhibición benéfica de gimnasia rítmica "Todos somos Ucrania", organizada por el "Abula Gym" y Cáritas Diocesana de Ávila, para recaudar fondos en favor de la ONG y con la participación de 130 gimnastas de varios clubes.

Todas ellas han querido sumarse, junto a deportistas de otras nacionalidades, a este acto solidario al que han asistido más de medio millar de personas que han aportado los simbólicos euros que costaba la entrada y las aportaciones a una fila cero.

Este acto comenzó a fraguarse antes de que el "Ábula Gym" supiera que iba a acoger a una madre ucrania y a su hija como refugiadas, según ha explicado a Efe Susana Herranz, entrenadora del club, quien ha señalado que el "compromiso" de todos hizo que pusieran en marcha esta iniciativa para "intentar ayudar en esta tragedia".

Durante la preparación, una familia de la ciudad ucraniana de Sumy, de unos 270.000 habitantes, situada en el norte de Ucrania, a unos 30 kilómetros de la frontera con Rusia, se puso en contacto con el club a través de una red social para "ver si se les podía acoger" en Ávila, ha explicado Herranz.

Una de las entrenadoras, Blanca Muñoz, se mostró dispuesta a acogerlas y desde el pasado viernes se encuentran con ella tras "22 días de viaje a través de corredores humanitarios" cuyas dificultades les hicieron pensar que "no llegarían a la frontera", según la entrenadora del "Ábula Gym".

Finalmente pudieron llegar a Ávila, donde han sido acogidas con mucho cariño, ya que son "unos ángeles" que "han llenado de vida y de alegría" a quienes están con ellas.

La entrenadora abulense reconoce que, si bien la pequeña se encuentra "mejor", la madre ha llegado "muy tocada" porque "ha vivido mucho y ha visto el peligro de cruzar Ucrania" con su hija, dejando atrás a su marido que, como todos los hombres mayores de edad, tienen que permanecer en el país por si tienen que entrar a forma parte del ejército ucraniano.

Como la pequeña Miroslava Savaloinen practicaba gimnasia en su país, el "Ábula Gym" la ha acogido como una más para que continúe practicando este deporte con el resto de compañeras, que la han recibido con mucho cariño y los brazos abiertos.

Su carisma y su sonrisa han cautivado a todos desde su llegada y este sábado también en el Polideportivo Municipal de San Antonio, donde ha protagonizado un ejercicio de manos libres, tras acceder al tapiz, con su sonrisa perpetua, una vez superado un arco de globos con los colores amarillo y azul de la bandera ucrania.

En los cerca de dos minutos de ejercicio, ha realizado piruetas y distintos equilibrios que han sido muy aplaudidos por el público asistente, incluida su madre que, al abandonar el tapiz, se ha fundido con su hija en una abrazo durante el cual no ha podido contener las lágrimas.

Después, las ya compañeras del club la han ido abrazando una a una, mostrando a Miroslava Savolainen su cariño, como una mas entre las integrantes del "Ábula Gym".

Al acto benéfico se han sumado otros clubes como el "Ritmo", de León, y "La Victoria", de Valladolid, así como gimnastas como Sol Andrea Martínez, integrante de la selección argentina y medallista en el Paramericano 2021; Fernanda Labra, internacional chilena, o Paula Serrano, ex gimnasta de la selección española y cuarta clasificada en pelota en el Europeo 2018.

También han acudido Andrea Fernández y Yulia Vysoskaya, octavas clasificadas en el Europeo 2021, entre otros participantes en este acto, que ha arrancado con un minuto de silencio y la interpretación del himno de Ucrania.EFE

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