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La revuelta escolar en Madrid cumple un año: "Falta voluntad política para disminuir los coches en las ciudades"

Las familias hacen balance del primer aniversario de las protestas en los entornos escolares

Una niña pinta en la calle en una de las movilizaciones de Revuelta Escolar Madrid

Madrid

Ha pasado ya un año y ha sido un año complicado. Convivir con la pandemia dentro de los centros educativos no ha sido fácil ni para los alumnos, ni para las familias, ni para el personal docente y no docente. Sin embargo, este lapsus que ha supuesto el covid-19 en la vida que tienen los colegios de Madrid no ha mermado las ganas de movilización de las cientos de familias que están detrás de este movimiento social. "Ha habido un exceso de precaución que ha impedido que se haya sumado más gente o que los centros se hayan incorporado a este movimiento", explica a Radio Madrid Yetta Aguado, portavoz de Revuelta Escolar Madrid que lamenta el cerrojo que sigue impuesto en los centros educativos por la pandemia. "Las directrices marcadas de la consejería siguen sin cambiar y a día de hoy las familias seguimos sin poder entrar en los centros cuando ya sabemos cómo están las restricciones en otros ámbitos", protesta.

A pesar de la pandemia, ha habido avances. El Ayuntamiento de Madrid asegura que desde 2020 se ha mejorado el acceso a cincuenta centros educativos y en junio de 2023 el objetivo es conseguir actuar para mejorar los entornos escolares de más de 200 colegios. "Hemos conseguido que se empiece a hablar de la seguridad de los entornos escolares más allá del ámbito de las familias", dice Aguado, "que se nos escuche de manera diferente en el Ayuntamiento de Madrid y que se pongan en marcha pequeñas actuaciones que siempre son bienvenidas". Pero no es suficiente: "estas pequeñas intervenciones no cubren nuestras demandas", sentencia esta portavoz del movimiento Revuelta Escolar.

En este año, se han ampliado aceras o se ha cortado el tráfico en varios centros educativos a la hora de entrada al colegio, pero el objetivo sigue siendo conseguir reducir la presencia de vehículos en estos espacios. "El objetivo último sería disminuir los coches en Madrid, empezando por los entornos escolares pero no sol", explica Aguado, "hay cifras de Londres que atribuyen el 25% del tráfico en hora punta de la mañana al tema escolar, por lo que pensamos que son sitios idóneos para empezar esa transformación". Todo esto requiere de una voluntad política que según estas familias brilla por su ausencia, "falta mayor voluntad política para disminuir el número de vehículos en las ciudades y mejorar el entorno para que niños y niñas desarrollen su autonomía y no crezcan con la sumisión y el miedo con el que lo hacen ahora".

El próximo viernes, las familias volverán a tomar las calles de sus centros escolares y los juegos de los más pequeños volverán a sustituir a los coches. Aunque sea solo un rato. La Revuelta Escolar emprende su segundo año de lucha por unos entornos escolares más saludables, seguros y pacificados.