Teatro Principal: reforma valiente y sin prisas

Vitoria

Llegados a este punto, no nos aceleremos y hagámoslo bien. Es lo que piensan sobre la reforma del Teatro Principal Pilar López, de Teatro Paraíso, Ekain Jiménez del Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro y Enrike Ruiz de Gordoa, ex director municipal de Cultura. Los tres apuestan por una intervención valiente en el edificio decimonónico y por complementarlo con el Iradier y el resto de la red de teatros municipales.

La utilidad -afirman- debe estar por encima de la conservación patrimonial. En este sentido, los arquitectos aseguran, además, que el grado de protección del Principal da margen de maniobra suficiente para acometer una reforma que permita cubrir las necesidades que presenta.

Y no son pocas. Enrike Ruiz de Gordoa señala que a la hora de plantear una obra hay que contemplar el edificio en toda su integridad: camerinos, espacios de almacenamiento y todo lo que no se ve; todo eso debe ser abordado -comenta- y para hacerlo en condiciones cree indispensable contar con el criterio del equipo técnico del Teatro Principal. "Que se les pre-gun-te", enfatiza.

Estos expertos piensan en red; explican que al Principal no se le puede pedir que cumpla todo tipo de funciones. Por las limitaciones del edificio y de su propia ubicación, que impide la entrada de grandes tráileres a la calle San Prudencio, cuenta Ruiz de Gordoa. Opinan que hay que descargar cometidos -los montajes más grandes- en el Iradier Arena y, además, intervenir en el resto de la red municipal de teatros. Pilar López señala que habría que abordar el debate de qué función debe cumplir cada uno de esos equipamientos, en una suerte de especialización de la red que requiere en muchos casos -advierte- de obras urgentes; el Beñat Etxepare del Centro Cívico Iparralde es un ejemplo de urgencia, dice la directora de Paraíso.

Algo que preocupa y que consideran fundamental es que Vitoria no se quede sin programación pública durante el tiempo que dure la reforma del Teatro Principal. Para ello hay que habilitar una alternativa adecuada. El Europa, asegura Pilar López, sería un parche. Sus miradas se dirigen al Iradier Arena.

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Pero que el recinto de la plaza del Renacimiento se convierta en un equipamiento en condiciones para acoger grandes propuestas escénicas requerirá de tiempo y de inversión. No obstante, Ekain Jiménez apunta que se puede plantear alguna actuación "más de batalla" que incida sobre todo en disponer de una caja escénica lo más versátil posible y asegura que habría margen de maniobra para atenuar acústicamente el edificio.

Jiménez reclama, en todo caso que, cuando se trate de intervenir en edificios, se consulte a los arquitectos y en lo que respecta al Principal insiste en la reivindicación: que se convoque un concurso de ideas, al menos de anteproyectos que definan más certeramente qué hacer.