Vuelvan a lo local

córdoba

Hará ya bastantes años que interioricé que era imposible saber ya qué era verdad o qué era mentira en este mundo. Paradójicamente en la era del conocimiento, esa de la que tanto hemos hablado muchos, se presentaba ante nosotros como el mayor engaño perpetrado.

Estos dos últimos años y de manera demasiado evidente, los ciudadanos nos hemos visto convertidos en peleles de una Opinión Pública que se ha venido moviendo en estos 2 últimos años entre la pandemia, las vacunas, el volcán de Palma y ya para rizar el rizo, una guerra del siglo XX retransmitida con medios del siglo XXI pero luchada, por los de siempre. Qué asco.

Y eso es la antesala del nuevo mundo, donde eso que llaman el deep fake, que no es otra cosa que la suplantación de la identidad de una persona en un medio digital mediante técnicas de inteligencia artificial, hará estragos.

Por eso este mundo es tan frágil: entre otras cosas, por falso; es cada vez más complicado hacerse una composición de lugar equilibrada entre tantos intereses que luchan por la atención de las personas; entre marañas de información y desinformación cada vez sesgada, intermediada y con el único propósito no ya de informar, sino de imponer un relato y una sola versión de los hechos.

Por eso sé que que único seguro que nos va quedando es lo local, nuestras ciudades, nuestros barrios, que es donde palpamos, sentimos, disfrutamos y sufrimos con nuestros sentidos, sin intermediarios, sin relatos impuestos por aquellos que tienen su propia agenda.

Vuelvan a lo seguro; vuelvan a lo local.