Cuando no te puedes permitir tener la regla
1 de cada 5 mujeres no se pueden permitir una compresa en algún momento de su vida
Madrid
¿Cuánto tienen que gastar las mujeres en productos de higiene menstrual? Esta es una pregunta que la otra mitad de la población pocas veces se plantea. Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cada mujer invertirá una media de entre 13 y 60 euros al año en este tipo de productos. La cantidad varía en función de lo abundante que sea su menstruación. La OCU descubrió que, al final de su vida fértil (que dura unos 38 años aproximadamente) aquella que tenga un período ligero gastará unos 500 euros en tampones y compresas. Sin embargo, para las que tienen un flujo más abundante, la cifra asciende a 2000 euros en total.
Menstruar es algo que no se elige, por lo que siempre es un gasto obligado. ¿Qué ocurre con aquellas mujeres en situación económica vulnerable que no se lo pueden permitir? A esto, en 2016, se le puso un nombre: Pobreza menstrual. Laura Medina, autora principal del estudio de Equidad y Salud Menstrual en España, ha contado a Código de Barras que “hay un 22% de españolas que no han podido acceder a productos menstruales en algún momento de su vida por cuestiones económicas”.
La factura impagable de la calefacción central
Más allá de lo económico
Sin embargo, la pobreza menstrual no solo afecta al ámbito económico. Según nos cuenta Carolina Ackerman, de la Asociación de Cultura Menstrual, "la vida en rojo", se define también como la falta de acceso a infraestructuras adecuadas para esa semana del mes. Pero no solo eso. Para Ackerman, la falta de conocimiento y educación en este ámbito también implica pobreza menstrual.
¿Por qué estos ámbitos son también importantes? La educadora Nora Pascual nos da un ejemplo. Ella elaboró un estudio centrado en cómo afecta el hecho de menstruar a las niñas que están en edad escolar. En él hizo una encuesta en la que descubrió que “el 10% de las que respondieron afirmaron no ir al colegio durante al menos un día de su ciclo”. Eso a final de curso se traslada en 9 días de ausencia, es decir, casi dos semanas escolares. Las razones eran diversas: Entre ellas, que las infraestructuras del colegio no estaban bien adaptadas, la vergüenza a manchar, o incluso que los propios profesores no les dejasen acudir al baño en medio de clase.
Futuros cambios en la legislación
Una de las propuestas del gobierno para paliar el problema económico es reducir el IVA de estos productos. Actualmente es del 21%, igual que el del caviar o la viagra. Lo que proponen asociaciones como Period Spain es que se rebaje al 4%, que es el establecido para los artículos de primera necesidad. Sin embargo, el debate lleva años en el Congreso sin que nunca termine en acuerdo. Según Ana Enrich, la directora de Period Spain, la menstruación sigue siendo un tema tabú incluso en la política. Como apenas hay estudios en España que cuantifiquen la situación de pobreza, no se considera aún como algo imprescindible. Sin embargo, “es algo que existe y que es un problema”, afirma Enrich.