¿A cuánto subirá esta factura y cómo se pagará?
'Dudas Razonables', el comentario de Josep Cuní
¿A cuánto subirá esta factura y como se pagará?
Barcelona
El Congreso de los diputados nos ofreció ayer su habitual doble cara pero con un cambio de faz considerable. Por un lado, cierta comodidad del Presidente Sánchez ante la posibilidad de validar su decreto de medidas económicas urgentes. No parece que la oposición, a pesar de su ruido habitual, se le oponga. Sabe el riesgo que corre y todo puede quedar en los titulares altisonantes que lanza para hacerse oír. Y más con una inflación como la conocida ayer del 9’8% el mes de marzo.
La otra cara, sin embargo, la protagonizaron los socios y aliados del gobierno que no aceptan el cambio de rumbo de la posición de España respecto al Sahara. Uno oposición frontal que llevó a todo un secretario de Estado a sumarse a un grupo de saharauis que protestaban a las puertas del Congreso. No puede decirse que en vano, aunque el apoyo renovado por la administración norteamericana de Biden a lo que ya avanzó la de Trump, sin solución de continuidad, augura una nueva hoja de ruta que si ofrece en la lejanía, alguna reserva podría ser en la fluida relación habitual de Argelia con Rusia y su proverbial enemistad con su vecino Marruecos con el fluido del gas de fondo.
Y es que la guerra todo lo altera. Así se lo contó el Presidente a los miembros de la cámara, atribuyendo más del 70% de las razones de la emergencia económica al conflicto provocado por Putin. Un líder a quien los servicios secretos norteamericanos atribuyen desconfianza con la cúpula de sus fuerzas armadas por temer que le engañan. Que por su parte, lo hace cuando anuncia algún posible pequeño avance en las negociaciones para después desmentirlo y enfriar la situación mientras aumenta su ofensiva bélica sobre el terreno que, supuestamente, decía ir abandonando a favor de concentrarse en el Donbas, la región cuya defensa se nos dijo que era el principio y la razón de la invasión. En paralelo, su diplomacia trabaja para mejorar aún más si cabe su relación con China, con quien dice que hará cambiar el orden mundial por otro de democrático a la busca del cual quiere sumar India. En total, más de dos mil millones y medio de ciudadanos. Un tercio de los del planeta. Y todo ello a costa de lo que Rusia cree que es el momento de debilidad de los Estados Unidos de Biden y la demostrada impotencia actual de la Unión Europea de la que ninguno de ellos tiene ningún interés en que mejore.
Así las cosas, y ante tanta incertidumbre, la duda razonable ya no es si las medidas económicas que nos atañen serán o no suficientes. Todo parece indicar que, en el mejor de los casos, deberán prorrogarse en el tiempo y quien sabe si aumentarse. No. La duda es a cuanto subirá esta factura y como se pagará. Porque de lo que no hay sospecha es de quien la abonará. Y todos sabemos que seremos nosotros. Los de siempre. Los sospechosos habituales.