ACEC advierte que los efectos negativos de la ampliación de la piscifactoría de Calp se extenderán hasta Altea

Calp

Calp sigue en su lucha contra la ampliación de la piscifactoría ubicada frente a sus costas. Desde ACEC, la Asociación Cultural y Ecologista de Calp, se advierte de los perjuicios que esta infraestructura ocasionará también a la población vecina Altea. Una estrategia más que estudiada por la mercantil responsable de esta granja marina, que sabedora de las corrientes en el mar Mediterráneo, ha ubicado la piscifactoría en el límite entre Calp con Altea. Este emplazamiento, no casual, señala el presidente de ACEC, Marco Bittner, conllevará que todos los vertidos generados por esta industria, -heces de los peces o restos de los antibióticos que se les suministran o de los piensos-, irán a parar al puerto deportivo de Campomanes.

De este modo se demuestra que la problemática de contar con una macro granja de pescado se expande a otros puntos del litoral, y no solo a Calp, que tiene en su bahía las jaulas de cría de peces. Otras localidades, en este caso como advierten desde ACEC, Altea, sufrirá también los efectos negativos de este tipo de industria en sus ecosistemas marinos, sus economías locales y entornos paisajísticos.

Bittner, remarca que esta es una información que deberían conocer tanto el ayuntamiento de Altea, como los pescadores de la localidad, los usuarios del puerto de Camponanes y la ciudadanía en general. Desde ACEC avanzan que se remitirán a Altea, con carácter formal, las conclusiones de este estudio realizado por los ecologistas, que determinan una nueva amenaza para sus costas y su entorno medio ambiental.

Los distintos sectores de Altea afectados por esta situación podrían sumarse a esta lucha contra el proyecto de ampliación de la piscifactoría, que cuenta con la autorización de la Generalitat, y que ha emprendido Calp desde el propio ayuntamiento y con el respaldo de distintos colectivos y asociaciones locales de carácter turístico, medioambiental o pesquero.