Las lluvias salvan buena parte de las cosechas de la provincia de la excepción del níspero y la cereza, según Asaja Alicante
Mantienen que el alivio del estrés hídrico da margen a las administraciones para atender las peticiones de los agricultores respecto al Tajo-Segura y el Júcar-Vinalopó
Alicante
Los agricultores de la provincia de Alicante, agradecidos en general, con las lluvias de los últimos días. El agua caída este mes de marzo salva casi el 100 % el cereal que se produce en la comarca de l'Alcoià y ha hecho que aumenten las calidades de las hortalizas de la provincia. No obstante, los productores de la Montaña y la Marina Baixa prevén pérdidas de entre el 15 y el 20% de las cosechas de cereza y níspero.
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Es el balance de casi 20 días de lluvia ininterrumpida que, según ASAJA Alicante, desde donde destacan que la lluvia también ha regenerado suelos de secano, ha ahorrado un mes de riego y ha logrado "relajar temporalmente" las tensiones del año hidrológico en Alicante.
Desde ASAJA, su secretario Ramón Espinosa, destaca que la lluvia ha aliviado el estrés hídrico de la provincia y da margen a las administraciones para atender las peticiones de los agricultores respecto al Tajo-Segura y el Júcar-Vinalopó en la próxima aprobación de los planes de cuenca.
Ramón Espinosa, secretario técnico de Asaja Estas lluvias estan salvando muchas cosechas y nos alejan de la situación de sequía
Las cantidades de agua recogidas estos días varían entre los 150 litros que han caído en el Campo de Elche, la Vega Baja o el Vinalopó y los más de 900 litros descargados en la Montaña. El agua ha permitido que los regantes no abran el grifo en todo el mes, que se consolide una muy comprometida cosecha de cereales, el lavado de frutos y hojas y la humidificación del suelo, según la organización agraria.
Esta es la situación comarca a comarca:
El cereal de l'Alcoià se salva: habrá cosecha en julio. Esta lluvia ha salvado todo el cereal de l'Alcoià y el Comtat. Hace un mes ASAJA temía que no llegara a crecer por la sequía. Los registros de la zona suman unos 400 litros en Alcoi, 450 en Banyeres y más de 600 en la sierra de Mariola y Agres en estos días. "Ha reaccionado bien y crece", remarcan, "ahora hace falta que lo caliente un poco el sol". No obstante, se temen que la lluvia haya podido eliminar la acción del fertilizante y encarecer la siembra. El sector cerealista alicantino no podrá compensar este coste con el alza de precios por la invasión a Ucrania, ya que "cuando se recoja entre julio y agosto se habrá relajado el mercado". La Foia de Castalla es una de las zonas donde menos precipitaciones ha dejado el episodio, alrededor de 100 litros, suficientes no obstante para rescatar el cereal de una "muerte segura". Todos los cultivos de secano de la comarca las han recibido "con más beneficio que daño".
Alivio para los cultivos de secano de la Montaña. Con 510 litros en Llíber, 700 en Alcalalí y Parcent y 850 en Gorga, Castell de Castells o la Vall d'Ebo, el temporal ha descargado prácticamente las lluvias de un año en el mes de marzo. "Hacía mucha falta para la campaña. Al olivo y lo que queda de almendro les beneficia, pero a la cereza la ha pillado en flor", apunta ASAJA. El temporal ha privado a los cerezos de la polinización de las abejas y les ha traído plagas de monilia, un hongo que echa a perder sus flores. Los que están en zona temprana pueden haberse perdido en un 50%, según calcula y hay que esperar a que florezcan los tardíos en unos 15 días para valorar toda la campaña. El agricultor distribuye la producción en un 40% en zona temprana y un 60% en tardía.
En la Marina Baixa, donde han caído entre 600 y 640 litros en Callosa d'en Sarrià, la lluvia ha causado daños a la primera partida de níspero. "Ha roto el que se estaba a punto de cosechar. No es comercial, va al suelo directamente". Las parcelas de zona temprana pueden perder en torno a un 15 o 20% de la producción por el repentino aumento de tamaño provocado por el agua, que rompe la piel del fruto. Por contra, beneficia mucho a las zonas tardías porque traerán "muy buenos calibres".
Con olivo, viña y hortalizas de invierno, los cultivos del Alto Vinalopó combinan secanos y regadíos a los que el temporal "ha sentado estupendamente" a pesar de su irregularidad. Apenas 90 litros al sur de la comarca y registros que sobrepasan los 600 al norte, alrededor de Banyeres. "La lluvia refresca la viña y es buenísima para el olivo, pero si continúa quizá ya sea impertinente". Además, gracias a la lluvia los agricultores han podido mantener los riegos apagados todo el mes y, con ello, compensar parte de la subida de la luz. El temporal concede una tregua a una zona sometida a un gran estrés hídrico pero la sequía continúa, "esto un beneficio", remarca.
Los 116 litros recogidos en Villena como supone la "salvación absoluta" para el viñedo, los frutos secos y el cereal, que estaba agonizando. Si no el 100%, ha rescatado más del 70% de la producción de cereal. El temporal ha permitido engordar la almendra, regar viñas que empiezan a brotar, recargar acuíferos y lavar sales del suelo. Hay que apuntar sin embargo algunos daños en hortaliza pendiente de recolección, como nabos, chirivías y zanahorias, y dificultades para entrar a recolectar en algunas parcelas. También ha impedido trabajar a las abejas y a otros polinizadores, por lo que no ha venido bien a la cereza.
En el Medio Vinalopó los pluviómetros han captado entre 150 y 200 litros durante el temporal. Volumen pequeño en comparación con otras comarcas, pero que es "maravillosa" para la uva de mesa. Se ha evitado entre cuatro y cinco riegos en variedades tempranas.
En Elx han caído 140 litros en todo el episodio. Sin daños, buena lluvia para el arbolado y los granados, que cogen humedad, y mejora la calidad de las hortalizas de invierno.
En la Vega Baja se han recogido entre 150 y 180 litros y ni una escorrentía, todo calado en el suelo. El temporal augura una buena cosecha de primavera, donde las alcachofas producirán el segundo colmo.