Maestro en Alaska
La amistad , es el billete que nuestro "Pianista del Océano" utiliza para viajar por el mundo para después, entre otras muchas cosas, grabar estos podcast con el relato de sus experiencias
El pianista del océano: Maestro en Alaska
29:03
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Palma
Porque al final, la música y la amistad, son las excusas que llevan al maestro Alfredo Oyagüez Montero a cruzar el mundo y poder acumular vivencias realmente únicas.
En su estancia en Anchorage, Alaska, Alfredo pudo ser testigo de la IDITAROD, la legendaria carrera de trineos tirados por perros.
Una carrera cuyo origen se sitúa en los inicios del siglo XX cuando una grave epidemia de difteria unida a las extremas condiciones climatológicas de la región, imposibilitaban que las medicinas y provisiones fueran transportadas por los medios tradicionales.
Ante esa situación, los trineos tirados por perros, se convirtieron en el único medio capaz de atravesar las mil millas que separaban la civilización de la localidad de NOME.
Para conmemorar esa hazaña, se celebra esta prueba, cuyo nombre IDITAROD, significa "lugar lejano" en la lengua indígena.
Como el maestro Alfredo Oyagüez Montero no se cansa de repetir a sus alumnos del Conservatori Superior de Música de les Illes Balears, la red de amistades que seamos capaz de crear, nos dará la oportunidad de viajar por el mundo y trabajar en otros lugares.
La amistad de nuestro pianista del Océano con el violoncelista de fama mundial Zuill Bailey, le ha permitido viajar a un lugar tan remoto como Alaska.
Cultura, paisajes, música y también gastronomía. Los viajes de Alfredo Oyagüez dan para mucho. Aquí le vemos frente a una imponente olla de "Casolé" un contundente plato francés a base de judías y pato, ideal para afrontar los rigores del clima de Alaska.
Alaska, considerada "la última frontera" un lugar donde ser testigo del espectáculo de la naturaleza salvaje, de las auroras boreales y de cómo vive el ser vivo más grande que habita los mares: la ballena.
Una foto de la que poco se puede decir, salvo que hace que cualquier esfuerzo por haber llegado tan lejos, merezca la pena.