Penaltis y González Fuertes para derrotar al Celta

"Así gana el Madrid" puede ser la frase que resuma lo sucedido en Balaídos. El Celta fue mejor, dispuso de más ocasiones, pero se vio lastrado por decisiones arbitrales que lastraron sus posibilidades de puntuar (1-2). Benzema fue el protagonista de los primeros instantes del choque. En su cabeza tuvo la primera ocasión con un remate que se fue al lateral de la red. En la siguiente acción ya marcó las diferencias gracias a un penalti inocente de Nolito, que se equivocó al entrar con fuerza excesiva a Militao tras una pérdida suya de balón. El francés engañó a Dituro y abrió el marcador.

Pese al tanto del conjunto blanco, los vigueses no se vinieron abajo y en las botas de Iago Aspas estuvo el tanto del empate. Un magistral lanzamiento de falta del moañés no entró por culpa de una espectacular mano de Courtois. El Celta metía el miedo en el cuerpo del Real Madrid y la insistencia tuvo premio al borde del descanso. Un centro de Nolito lo cabeceó Galhardo a la red tras tocar en el poste y pasearse por la línea de gol. Sin embargo, el VAR llamó al orden al colegiado González Fuertes, que decidió anular el tanto tras entender que Iago Aspas, en posición de fuera de juego, dificultó que Alaba pudiese evitar el gol. Una decisión muy discutible y que despertó el cabreo de la grada.

Al inicio del segundo tiempo sí llegó el gol que tanto merecían los celestes. Aspas vio la entrada de Javi Galán por la banda izquierda; el lateral puso un centro de primeras raso que le cayó a Nolito en el punto de penalti. El salunqueño definió a la perfección el brillante pase de su compañero. Los de Coudet entraron en un estado de euforia tras el empate que se acabó con el segundo penalti de la tarde. Murillo se comió el regate de Rodrygo y lo derribó en el área, aunque el brasileño hizo todo lo posible para chocar contra la pierna del colombiano. En esta ocasión, Dituro, con una gorra a lo Benji, detuvo el lanzamiento de Benzema.

El penalti definitivo

La alegría duró cuatro minutos, hasta que González Fuertes vio de nuevo pena máxima en una acción en la que Mendy se echó encima de Kevin para buscar un contacto. Acción muy protestada y discutida. Esta vez sí Benzema engañó al portero celeste e hizo el tanto que decidió finalmente el partido. Quedaban 20 minutos por delante, pero el Celta estuvo impreciso y notó el cansancio acumulado. Los cambios no mejoraron la fluidez con el balón y los diversos centros al área no encontraron rematador. De esta manera se perdió una gran oportunidad de sumar puntos ante un líder de la Liga que seguramente no hubiese ganado sin la colaboración arbitral.