Alaphilippe da prestigio a la Itzulia
El francés, campeón del mundo, se impone al sprint en Viana y Roglic mantiene el liderato
Bilbao
Ocho localidades navarras están acogidas a la Denominación de Origen del Pimiento del Piquillo de Lodosa: Andosilla, Azagra, Cárcar, Lerín, Lodosa, Mendabia, San Adrián y Sartaguda. Por estos ocho pueblos, donde se puede saborear como en ningún otro lugar ese apreciado producto de la huerta, circuló la segunda etapa de la Itzulia. Lugares donde se prueba el pimiento en conserva, relleno, a la cazuela, confitado, en ensalada y de otros cientos de formas diferentes.
Una jornada con claro sabor vasco en una fuga maratoniana y por la que nadie apostaba un euro. Julen Amezketa (Estella), Ander Okamika (Lekeitio), Ibai Azurmendi (Leitza) e Ibon Ruiz (Vitoria-Gasteiz) se convirtieron en los protagonistas de una jornada que discurrió íntegramente por tierras navarras, desde Leitza hasta Viana, durante poco más de 200 kilómetros.
Fuga con acento vasco
El pestoso terreno del final de la jornada y el nulo entendimiento del pelotón provocaron que la fuga acariciara con la punta de los dedos la victoria. Pero en la Itzulia nadie regala nada. Entre que el gran grupo reaccionó en los repechos finales y que a los escapados la más mínima cuesta se les convertía en el Tourmalet, el sueño de los modestos se quedó, como mandaba el pronóstico, en agua de borrajas. Ibon Ruiz, del Kern Pharma, fue el que más aguantó en la fuga, pero fue absorbido por la voracidad del pelotón dentro del último medio kilómetro, cuando tenía a la vista la meta de Viana. La gloria se quedó a 500 metros.
Y tuvo que ser todo un campeón del mundo, ni más ni menos, Julien Alaphilippe, el que diera prestigio a esta etapa con un largo sprint en el repecho de meta. El francés se mostró intratable en un terreno que le va como anillo al dedo. Solo los velocistas más potentes pueden competir con el jersey arcoíris en esas exigentes llegadas en las que, además de entrar bien colocado en la última curva, necesitas potencia en las piernas para superar el desnivel y la velocidad de los rivales.
Alaphilippe negoció los virajes técnicos del final de etapa e impuso su golpe de pedal para marcar una nueva muesca en su culata de ganador. Eso sí, contó con la inestimable colaboración de un enorme Remco Evenepoel que le puso el triunfo en bandeja con un lanzamiento de libro, dejando al francés a apenas 200 metros de la pancarta de meta.
El esloveno Primož Roglič, que viajó en butaca durante toda la etapa, no tuvo problemas en defender el amarillo.
Tercera jornada en tierras alavesas
Este miércoles espera al pelotón una tercera etapa de 181 kilómetros entre Laudio y Amurrio. Será una jornada con cinco puertos de montaña: una primera subida a Altube (4.5 km al 5,7%) y dos ascensos a Opellora (1.1 km al 13%) y Ozeka (3.6 km al 7,4%).
Destacan los últimos 50 kilómetros de recorrido, un clásico circuito 'rompepiernas' de carreteras estrechas y que incluye cuatro subidas consecutivas a las dos cimas de tercera y segunda categoría respectivamente. Tras los tres primeros puestos, en Arrespalditza estará ubicado el último sprint de la etapa; antes se habrá disputado el primero en el segundo paso del pelotón por Laudio.