"La crisis ha supuesto muchísima agilidad para adaptarnos al mercado y recurrir a aportaciones voluntarias"

Bilbao

La crisis energética impactado de lleno en las pequeñas comercializadoras energéticas independientes que surgieron como alternativa a las grandes empresas. A nivel estatal se han dado de baja 50 comercializadoras de algo más de 200 que existen en todo el país. Así lo explica en 'La Ventana Euskadi' Erika Martínez, responsable de comunicación de Goiener, proyecto cooperativo de generación y consumo de energía renovable en Gipuzkoa que cuenta con 15.800 socios y 20.500 contratos suscritos.

“Si no tienes una buena estructura o una cartera diversificada, la subida de materias primas afecta a tu cuenta de resultados”, afirma desde la comercializadora cuyo problema específico reside en la necesidad de tener una buena capacidad financiera, “el sistema nos exige unas garantías, si mañana subiera muchísimo el precio de la luz a la semana siguiente tendríamos que adelantar dinero además de pagar más cara la energía”.

La emergencia energética les ha supuesto mucha agilidad para adaptarse al mercado, pedir a sus socios aportaciones voluntarias con el fin de financiarse, así como acelerar el proceso de diversificación y reducción de dependencia del mercado mayorista. En este contexto, las líneas de trabajo pasan por aumentar la capacidad de generación propia, analizar contratos directamente con productores “y a nivel de usuarios y socios impulsar el autoconsumo y comunidades energéticas”.

“Es un momento de incertidumbre, se trata de ser muy flexibles, crear rede y buscar apoyos y ayudas y en la medida de lo posible tener una visión a medio plazo”, concluye.