"En Urgencias me sentía impotente al ver que se ha normalizado tener pacientes en los pasillos"

Las Palmas de Gran Canaria

La situación de saturación de las Urgencias del Hospital Insular de Gran Canaria ha llevado a algunos sanitarios a abandonar el servicio y pedir el cambio a otros departamentos. Es el caso de la enfermera Sonia Cáceres, que recaló en Urgencias en 2018 pero hace un año decidió pedir el traslado a otra unidad, a la de Reanimación: "Ahora trabajo más tranquila, puedo atender mejor a los pacientes".

Esta sanitaria ha explicado en SER Las Palmas que tomó la decisión de marcharse de Urgencias por el caos constante en una planta que arrastra carencias históricas y que vivió su momento más crítico durante la pandemia: "Los problemas de espacio se han agravado con el COVID".

Según Cáceres, los pasillos se han convertido en un módulo más, con pacientes agolpados esperando por una cama hospitalaria: "Yo pedí movilidad porque sabía que la saturación del servicio no iba a mejorar, veía que cada vez trabajábamos más y que algo puntual, -que se puede entender en un momento determinado-, como son pacientes en los pasillos, se estaba convirtiendo en algo habitual. No se puede normalizar tener pacientes en pasillos".

Recuerda servicios interminables que le hacían llegar a casa exhausta y con miedo a tener un accidente de tráfico por el camino: "Estaba muy cansada y a veces me sentía impotente porque nos pasábamos el día corriendo. Y, por mucho que corrías, seguían llegando pacientes y pacientes, y no podíamos meterlos en boxes sino se quedaban en camillas en medio del pasillo".

Sonia Cáceres asegura echar de menos a sus compañeros de trabajo porque reconoce que si Urgencias continúa en marcha es por el incesante trabajo de su personal: "Trabajar en el servicio es duro pero se hace más ameno por el equipo humano que ahí allí, ellos sacan adelante todo el trabajo".

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"Son circunstancias temporales"

Conrado Domínguez, director del Servicio Canario de Salud (SCS), reconoce que hay saturación en las Urgencias del Insular "cuando se producen picos de pacientes": "Son circunstancias temporales mientras se suben a la planta correspondiente en base a su patología o se trasladan a clínicas concertadas".

Según Domínguez, se está intentando dar respuesta para estabilizar la situación: "Estamos contratando más personal y derivando pacientes a otros centros". Desde el SCS, se asegura que hay una hoja de ruta que se está siguiendo, con un proyecto clave, la ampliación del servicio con un nuevo edificio construido en las instalaciones del antiguo CULP. "En breve será licitada la demolición por un millón 300 mil euros para poder empezar la construcción de la ampliación del Insular que ayudará a mejorar las urgencias y al crecimiento de otros servicios del hospital".