'Motion', la exposición más compleja del Guggenheim que aúna la belleza de los vehículos y del arte

Bilbao

Son 38 vehículos bellos y singulares, expuestos en diez espacios del museo. Algunos más clásicos, como el Cadillac Eldorado, y otros más futuristas, como los tres concept Firebird que Harley J. Earl creó en la segunda mitad de los años 50. Todos ellos se interrelacionan de forma paralela con ámbitos como la pintura, la escultura, la arquitectura, la fotografía y el cine. La muestra del Museo Guggenheim cuestiona la separación entre las distintas disciplinas y ofrece una exploración de los modos en que estas se relacionan visual y culturalmente.

Motion. Autos, Art, Architecture analiza las afinidades existentes entre la tecnología y el arte. Por ejemplo, los avances en la aerodinámica tuvieron su eco en las obras del movimiento futurista y de otros artistas de la misma época. Eso acabó reflejándose en el diseño industrial de todo tipo de productos, como las locomotoras o los electrodomésticos. "Me parece a mi que la exposición nos hace relatar historias diferentes, pero, quizás, el tema genérico de toda esta muestra es que la movilidad está en un estado continuo de evolución", expresa el creador de este concepto, Norman Foster.

Cada una de las siete galerías aborda un tema, en un orden cuasi cronológico que parte de los inicios y finaliza en lo que puede esperarle a la movilidad. De hecho, una de estas salas incluye los trabajos de una joven generación de estudiantes vinculadas a Norman Foster Foundation. Han imaginado cómo sería la movilidad a finales de este siglo, coincidiendo con el bicentenario del nacimiento del automóvil.

Foster pone en valor el trabajo que han venido desarrollando a lo largo de tres años: "Hay exposiciones extraordinarias con obras de arquitectos y artistas, y también hay exposiciones extraordinarias de automóviles. En cambio, que yo sepa, nunca ha habido una exposición que reúna a todas estas disciplinas y cree algo donde podamos hablar de la energía, del futuro, de la movilidad o de la contaminación".

Uno de los proyectos más complejos del museo

El director del Museo Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, confiesa que este ha sido uno de los proyectos que más ha costado sacar adelante en los 25 años de historia del museo bizkaino. "Fuimos muy conscientes desde el primer momento de la dificultad, de la complejidad y de la ambición de esta muestra", relata en la presentación de la exposición. "La exposición es el resultado de un proyecto que tiene su origen hace tres años. Ha sido un proyecto de dimensiones épicas".

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Vidarte agrega que "al fin y al cabo, cuestiona los habituales nichos de separación entre disciplinas, y pone de manifiesto su conexión desde el punto de vista visual y cultural desde distintas disciplinas de la creatividad humana". El visitante encontrará obras "fantásticas", además de los 38 vehículos elegidos "por su belleza, su innovación, su rareza o su visión de futuro que se van a poder admirar en las salas del museo".

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