Tropiezo que merece explicaciones

Madrid

Negar con total brutalidad los hechos comprobados suele ser un arma de guerra y no es excepcional que el gobierno ruso esté negando lo ocurrido en la ciudad ucraniana de Bucha, por mucho que existan testimonios directos de periodistas independientes de distintos países. Lo que ya es más raro es que alguien niegue rotundamente hechos históricos. Por ejemplo, es difícil encontrar personajes públicos que nieguen que existió la Revolución Francesa. Por eso es tan asombroso que una periodista haya dicho públicamente que en Gernika, en 1937, “ni los bombardeados eran tan buenos ni los que bombardearon tan malos”. Gernika fue bombardeada por aviones de la Legión Cóndor alemana, creada bajo el mandato de Adolf Hitler, y los bombardeados fueron los civiles, hombres, mujeres y niños, que asistían al mercado de la localidad. No hay discusión. Ocurrió como ocurrió. Es de suponer que la periodista que dirige el programa en que se dijo semejante brutalidad se quedó tan asombrada que no fue capaz de reaccionar y de corregir a su interlocutora. Es posible. A veces uno tropieza con algo tan inesperado que se queda con la boca abierta. Pero si eso fue así, Sonsoles Ónega, que es la periodista que dirige el programa de marras y que es una profesional sensata, debería explicar sin tardanza, mañana por la mañana mismo, que el bombardeo de Gernika es un hecho histórico y que fue, sin discusión, una auténtica salvajada.