'Animales fantásticos': el regreso de una saga llena de polémicas y cuentas pendientes
La tercera película del spin-off de 'Harry Potter' incorpora a Mads Mikkelsen como nuevo villano
Madrid
La segunda entrega de la saga de Animales Fantásticos había finalizado con varias dudas por resolver: la supuesta pertenencia de Credence, el personaje de Ezra Miller, a la familia Dumbledore y el pacto de sangre entre este último y el malvado Grindelwald que les impedía enfrentarse entre ellos. Pero sin ninguna duda, la gran incógnita que traía la tercera película era la sustitución del actor encargado de dar vida a Gellert Grindelwald, el villano de la serie que había estado hasta entonces interpretado por Johnny Depp. Tras la decisión de Warner de eliminar a Depp del reparto por las acusaciones de maltrato a su exmujer, el nuevo rostro que coge este testigo es el del nórdico Mads Mikkelsen, actor danés conocido por sus interpretaciones en La Caza u Otra ronda, ambas del director Thomas Vinterberg, pero también de grandes éxitos comerciales como Casino Royale o Rogue One. Además, la polémica alrededor de la figura de Depp no es la única que afecta a la promoción de la película. Hace apenas unos días, el actor Ezra Miller era detenido en Hawaii por alteración del orden público y acoso.
Animales Fantásticos: Los secretos de Dumbledore arranca poco tiempo después de donde la habíamos dejado. Grindelwald es cada vez más poderoso y ahora cuenta con el apoyo del joven Credence y la carismática Queenie (A Fine Frenzy), dos personajes que se sumaron a su causa en los últimos suspiros de la cinta anterior. Con motivo de la celebración de las elecciones para elegir al nuevo líder del mundo mágico, Albus Dumbledore (Jude Law) se aprovecha de la coyuntura para mandar a su equipo de magos, encabezados por Newt Schamander (Eddie Redmayne), para paralizar cualquier avance del enemigo. La historia también se adentra en la relación Dumbledore-Grindelwald, un romance abiertamente homosexual que había quedado señalado en anteriores entregas pero nunca se había revelado su verdadero origen hasta este momento.
J.K. Rowling, ahora en el punto de mira por sus declaraciones transexcluyentes, ha estado mucho más involucrada en los procesos de guion de lo que estuvo en la famosa saga de Harry Potter, símbolo del cine fantástico de más de una generación. La película de David Yates se adentra nuevamente en el terreno político, avecinando el auge del fascismo y de la ultraderecha así como de la irrupción de una nueva guerra mundial en el mundo mágico. Un universo que Grindelwald siempre ha querido dominar con ideas supremacistas donde los no-magos no tienen cabida y ciertas estirpes poseen más privilegios que otras, algo que nos recuerda a determinados partidos políticos del panorama nacional e internacional.
A Animales fantásticos parece que aún le quedan dos volúmenes más para completar su relato total. En esta ocasión, Los secretos de Dumbledore funciona mejor que su predecesora, un éxito bastante esperado después del fracaso de Los Crímenes de Grindelwald. La presencia de los animales en cuestión es mayor aunque no nos adentra en esos escenarios coloridos de especies exóticas que ofrecía la primera cinta, Animales fantásticos y dónde encontrarlos. La película, a ratos descafeinada y en otros momentos bastante audaz, destaca especialmente gracias a la dupla Mikkelsen-Law, dos personajes que encarnan valores distintos y que definen los dos bandos enfrentados en esta trama. Los secretos de Dumbledore se alza como una pequeña pieza más del universo cinematográfico de Harry Potter, siguiendo el legado de la escuela de Hogwarts pero dejando un sabor semiamargo que ya es complicado de eliminar.