El peligro que entrañan los controles para frenar la migración a Canarias: "Cuando comienzan las redadas, la gente se precipita"

Santa Cruz de Tenerife

Coincidiendo con el viaje de Pedro Sánchez a Rabat para reunirse con Mohamed VI y con el histórico viraje de La Moncloa apoyando las tesis de autonomía de Marruecos sobre el Sáhara, el Boletín Oficial del Estado ha publicado este jueves un convenio entre España y el reino alauita en materia de seguridad y lucha contra la delincuencia.

El documento fue confeccionado en Rabat en 2019 pero entrará en vigor el 30 de abril y está firmado por los ministros de Interior de sendos países. A lo largo de cinco páginas establece que las partes colaborarán de forma particular contra el terrorismo, la detención ilegal y el secuestro, el tráfico de estupefacientes, la explotación sexual de menores, el blanqueo de dinero o, entre otros, la falsificación. Esos "otros" incluyen "la trata de seres humanos y la inmigración ilegal", algo que impacta directamente en la ruta canaria de la migración.

No es la única cuestión contenida en el texto que afecta directamente al drama humanitario del que es testigo, a diario, Canarias. La cooperación entre los países incluye también "la identificación y búsqueda de personas desaparecidas", "la identificación de cadáveres y de personas de interés policial" o la investigación de "la financiación de actividades delictivas". Asimismo, abre la puerta a que las partes puedan constituir una Comisión Mixta para el desarrollo y examen del acuerdo que estaría compuesta por un máximo de tres participantes de cada Estado.

Hace una semana, la Agencia Marroquí de Noticias (MAP) reconocía la detención de 231 subsaharianos que querían viajar a Canarias y el refuerzo de los controles en las costas de El Aaiún y Tarfaya. Esto coincide con los recientes contactos que han mantenido el presidente del Gobierno y el rey de Marruecos. Sin embargo, las redadas para frenar la salida de embarcaciones hacia las Islas entrañan graves peligros para los migrantes según ha denunciado en la SER la onegé Caminando Fronteras.

Su portavoz, Helena Maleno, aseveró que "cada vez que las relaciones mejoran (entre el reino alauita y España), esto tiene un impacto directo en los derechos humanos de cientos y cientos de personas en el territorio" controlado por las autoridades marroquíes. Asimismo, calificó de "arbitrarias" las detenciones que se producen en la costa y puso como ejemplo el caso de una familia congoleña formada por una madre y tres hijas, una de ellas de 15 años y otras dos más pequeñas, con la que hablaron hace unos días: "Estaban en un autobús para ser deportadas tras pasar seis días en un centro de detención de El Aaiún. No sabían a dónde iban a ser enviadas. En esas deportaciones se produce mucha violencia contra las mujeres porque son deportadas sin nada, con lo puesto. Se ven abocadas a mucha violencia, riesgo de violencia sexual y de ser víctimas de trata".

Desde Caminando Fronteras han aludido a la "indefensión" de la población que se produce con la aplicación de las leyes marroquíes, que son, a su juicio, "muy punitivas". En este sentido, señalaron que "de repente las cárceles están llenas de muchachos que han sido cogidos a pie de playa (...) Al resto los deportan, los alejan o los tiran en el desierto".

Maleno también se refirió a los riesgos que corren los migrantes que logran embarcar hacia Canarias (se trata de la ruta más mortífera del mundo) cuando se intensifican los controles policiales: "Cuando comienzan las redadas y presionas a la gente, la gente se precipita para salir y se precipita en las condiciones de salida. Dicen "ahora o nunca" y toman más riesgos". En estos momentos, la onegé mantiene activa la alerta por la desaparición de dos embarcaciones en las que iban 151 personas y que salieron desde la zona comprendida entre Tan-Tan y Tarfaya: "Ya ha habido varios accidentes de neumáticas allí, es un lugar rocoso, a veces se rompen un poco y ya entran al mar con dificultades, con pérdida de aire en las gomas".

Al respecto, la asociación pide mejorías en los servicios de rescate porque "se necesita una colaboración verdaderamente eficaz entre los dos países y que, además, haya medios aéreos en zona. Ya están pasando horas, son neumáticas y nos tememos lo peor". Cada hora que pasa, disminuyen las posibilidades de encontrarlas.