Itzulia: un colombiano sorprende en Zamudio
Dani Martínez se impone a los velocistas en el esprint bizkaino
El ciclismo no es lo que era. Hace unos años habría resultado impensable que un corredor colombiano se impusiera en un esprint. Los escarabajos eran corredores que solo sabían subir. No eran buenos rodadores, tenían miedo a los descensos y pavor a las llegadas masivas. Desde hace unos años, Gaviria se ha consagrado como uno de los mejores velocistas del mundo. En Zamudio, Daniel Felipe Martínez (Ineos) sorprendió al ramillete de gente rápida que figura en la nómina de la Itzulia. Ganó, eso sí, por medio tubular a Alaphilippe, mientras que el gran favorito, Diego Ulissi, tuvo que conformarse con la medalla de bronce.
Aunque es cierto que en Euskadi no contamos con puertos descomunales, tipo Tourmalet o Angliru, también es verdad que resulta complicado encontrarse con cien metros de carretera plana. Esa orografía tan característica, con ese terreno tan pestoso, con continua curva y contracurva, subida y bajada, es propicio para las emboscadas y complica sobremanera que un equipo pueda bloquear y controlar la carrera.
Si, además, se unen las carreteras estrechas por las que circula el pelotón, los nervios no tardan en aparecer en el seno del gran grupo. Cualquiera que pretenda ganar la Itzulia tiene que correr en todo momento con las orejas tiesas, sin permitirse ningún despiste. Por ese motivo, la fuga de la cuarta etapa contó con gente ilustre, aunque mal situada en la general, como todo un ganador del Tour de Francia, Geraint Thomas, el italiano Formolo, Guerreiro o gente que corre en casa como Oskar Rodríguez o Mikel Iturria.
Los grandes nombres de la carrera se quedaron en el pelotón principal, con un Jumbo-Visma tratando, a duras penas, de controlar que la fuga no se fuera demasiado. Es más, el propio líder del equipo de los Países Bajos y maillot amarillo, Primos Roglic, tuvo que asomar el morro para salir a ataques de corredores que lo intentaron en los penúltimos repechos.
Hasta tal punto apareció el nerviosismo en la parte final de la carrera que ciclistas de la talla de Julien Alaphilippe o Remco Evenepoel aparecieron con ganas de reventar la etapa 20 kilómetros de la meta.
Y como el ciclismo está hecho para valientes, se produjo “la fuga de la fuga”, que dejó solo en cabeza de carrera a Victor Lafay, un francés de Cofidis que se tomó el final de carrera como si de una crono individual se tratara. Y estuvo a punto de conseguirlo. Fue atrapado bajo la pancarta del último kilómetro. El UAE trabajó a destajo preparando el sprint en el parque tecnológico de Zamudio para su velocista Diego Ulissi. En vano. Martínez, bien colocado, sorprendió a los velocistas. Roglic, con los mejores, mantuvo el jersey de líder.
La quinta etapa se disputa íntegramente por carreteras bizkainas, 164 kilómetros entre Zamudio y Mallabia, con cinco puertos puntuables, dos de segunda y tres de tercera categoría.