La autopsia de la niña asesinada en Oviedo revela que no hubo agresión sexual

Asturias

Cientos de amigos y familiares de la pequeña Erika se han dado cita en la capilla de las religiosas de María Inmaculada para dar el último adiós a la niña asesinada el pasado martes cuando subía a su casa a comer. El silencio solo se ha roto con la salida del féretro tras un funeral que se ha extendido por espacio de más de una hora con una homilía que ha corrido a cargo del arzobispo de Oviedo Jesús Sanz Montes. La familia ha tomado la palabra a través del tío de la menor que ha agradecido las muestras de cariño de los presentes. El padre de la asesinada René Yunga también ha dado las gracias a las personas que les han acompañado en estos duros momentos y ha asegurado "no tener odio" por la persona que acabó con la vida de su pequeña. Posteriormente, Érika ha sido enterrada en el cementerio de El Salvador.

Sobre la investigación, la autopsia ha revelado que la joven recibió varias puñaladas y no ha signos de agresión sexual, según ha avanzado TPA. De momento no hay fecha para que el acusado, un moldavo de 31 años con antecedentes, comparezca ante el juez ya que sigue ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias después de haber sido intervenido tras autolesionarse. La delegada del Gobierno Delia Losa ha apuntado que "la Policía tiene datos más que suficientes" ya que lo cogieron "prácticamente con las manos en masa".

Losa ha señalado que la vida del presunto agresor, al que se le imputa un delito de asesinato, "no corre peligro". Por la mañana, sus compañeros de instituto han formado una gran cadena humana para recordarla y rendirle su particular homenaje. La cadena ha unido el centro donde estudiaba con el colegio público más cercano.