¿Por qué está tan cara la electricidad?

A Coruña

Todos hemos visto en las facturas de la electricidad de qué forma ha aumentado el precio que pagamos por el servicio. Hoy, en El Puzzle, buscamos el origen de unas tarifas desorbitadas.

Para elaborar esta información hemos contado con el asesoramiento de Carlos Oliete, que fue director durante años de Ferroatlántica en Costa da Morte y miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación Española de Empresas con gran Consumo de Energía. La entrevista puede escucharse de forma íntegra.

¿Cómo se determina el precio de la electricidad?

Como la electricidad no se puede almacenar, todos los días se establece una previsión de consumo para el día siguiente para decidir cómo se va a generar esa electricidad. Se incorpora primero la más barata y después, según las necesidades, los sistemas más caros. Los más baratos son las renovables (hidráulica, eólica y solar) y las más caras son las térmicas de carbón y gas, que además pagan costes de emisiones contaminantes.

Pero, y ésta es la clave, el precio que se tiene en cuenta es el más caro. El precio más caro es el que se aplica a toda electricidad, al margen de que se haya generado a un precio más bajo.

¿Cómo ha subido el precio de la electricidad?

Hace un año, el precio del megavatio hora era de 47 euros. A finales del año pasado era de 238 euros. Es decir, se ha multiplicado por cinco.

¿Por qué esta subida?

Señala Carlos Oliete que la salida de la pandemia ha sido explosiva. La actividad se ha recuperado con un gran pico, lo que ha requerido más combustibles fósiles, entre ellos el gas. La demanda se ha disparado y, por tanto, el precio también se ha disparado. Y ahora el gas marca el precio de toda la generación eléctrica hasta llegar a esta paradoja.

La guerra de Rusia contra Ucrania ha agravado aún más el problema. Rusia abastece de gas a muchos países europeos, un gas que pasa por Ucrania. Y Alemania se había lanzado a centrar en el gas la generación eléctrica.

¿Se da en España la misma situación?

No. A España no llega el gas por unas tuberías. Aquí el modelo es diferente. El gas llega en barco, como líquido, por ejemplo, a la regasificadora de Mugardos. Allí se convierte de nuevo en gas y se traslada a térmicas que queman gas para generar electricidad.

Y éste es el argumento que ha usado España en Europa. Como no tenemos conexión de gas con Europa, somos una especie de isla, déjenos actuar sobre el precio del gas. Si se consigue bajar el precio del gas, se bajará el precio de toda la generación eléctrica.

Esto es lo que se puede hacer en corto plazo. ¿Y en el largo plazo?

Carlos Oliete propone:

• Apostar por las energías renovables: eólica y solar
• Mantener las centrales nucleares y reforzar la investigación sobre la fusión nuclear, que permitiría un sistema sin riesgos ni residuos
• Investigar en la generación a partir de hidrógeno
• Apostar por las centrales de bombeo hidráulico, que permiten reutilizar el agua que ya se ha usado para generar de nuevo electricidad