Una profesora sufre una rotura de coxis por una zancadilla de un alumno en el CEIP de Ampuero
La dirección del centro abrirá en los próximos días un expediente al alumno, al que han expulsado durante cinco días como medida preventiva y dará traslado de la incidencia a la Consejería de Educación.
Maskot
Santander
Una profesora del colegio público Miguel Primo de Rivera de Ampuero ha sufrido la rotura del coxis después de que un alumno le pusiera la zancadilla cuando intentaba que dejara de jugar al balón dentro de clase.
La dirección del centro abrirá en los próximos días un expediente al alumno, al que han expulsado durante cinco días como medida preventiva y dará traslado de la incidencia a la Consejería de Educación.
Según ha explicado a Efe la directora del centro, María del Mar Iglesias, el alumno, que califica como "bastante problemático e impulsivo", estaba jugando este miércoles al balón con otro compañero dentro del aula, y mientras la maestra intentaba frenar el juego, le puso la zancadilla.
"Cayó de espaldas, con un golpe seco y perdió el conocimiento", ha relatado directora. La profesora tuvo que ser trasladada al hospital, donde le comunicaron que tenía roto el coxis como consecuencia de la caída.
Según Iglesias, este alumno tenía un historial de conductas "agresivas e impulsivas" hacia otros compañeros y se le había retirado el servicio de comedor porque su comportamiento era "insoportable" en este espacio.
La directora ha expresado su apoyo a cualquier decisión de la profesora, si interpone una denuncia. "Por encima de todo está el respeto a las personas", incide. El decreto de convivencia en los colegios de Cantabria establece que las agresiones físicas son conductas "gravemente perjudiciales para la convivencia".
Estos supuestos, se pueden castigar con el cambio de centro educativo; la realización de tareas fuera del horario lectivo; el cambio de grupo; o la suspensión del derecho de asistencia a determinadas clases, del derecho de asistencia al centro y del derecho a participar en las actividades extraescolares.
Estas medidas son de aplicación sin perjuicio de posibles responsabilidades penales o civiles, en el caso de que la profesora decida denunciar.
