Hablan los inspectores de Hacienda: "Pagar impuestos es invertir en España"

Barcelona

Ya estamos en semana santa, casi sin restricciones desde que empezó la pandemia. Y decimos casi, porque el gobierno ha decidido eliminar la obligación de usar la mascarilla en interiores excepto en el transporte público y centros asistenciales y sanitarios para el día 20, justo después de estas fiestas. Nos hemos ido hasta Shanghái para hablar con Quique Calpe, fotógrafo y diseñador gráfico que lleva 12 días bajo confinamiento total en su apartamento, con su pareja y su hijo de 6 años. Nos ha contado que hay cada vez más descontento, e incluso protestas, contra esta drástica medida del gobierno chino porque nadie esperaba que fuese un confinamiento tan severo y tantos días, de momento es indefinido porque no tienen datos. Quique nos cuenta que ellos se han organizado con otras familias del condominio para comprar alimentos de primera necesidad. "Pero hay zonas donde la situación empieza ser desesperada porque no tienen alimentos" nos cuenta, las aplicaciones para pedir comida no funcionan porque están saturadas y además las restricciones impiden que trabajen los repartidores. Ante las protestas de los ciudadanos han tenido que rebajar algunas medidas como las de confinar en centros hospitalarios, separándolos de sus padres, a los hijos de familias con un positivo. "Dentro de la política de Covid-cero de Pekín, decidieron cerrar totalmente Shanghái ante el aumento de contagios de ómicron" hay 20.000 casos de "asintomáticos" como reconoce el gobierno chino, que como ha pasado en el resto del mundo con la variante ómicron son contagiados que pasan de forma leve la enfermedad o sin síntomas. Mientras tan solo cuenta los positivos los que están ingresados graves en hospitales. Contrasta la dureza de las medidas con la levedad del impacto de la pandemia. Quique no sabe cuánto tiempo más van a aguantar esta situación, nos envía unos videos de esta noche que circulan rápidamente por redes sociales y grupos de las protestas ciudadanas por este cierre que se empiezan a generalizar. Estas imágenes son rápidamente borradas por las autoridades chinas.

Pagar impuestos es invertir en España, el gobierno no se queda nada, nos estamos jugando el estado del bienestar

Empiezan las vacaciones de semana santa y sí, también la campaña de la renta. Desde el pasado miércoles 6 de abril se puede presentar la declaración del IRPF del año pasado y una de las novedades más vistosas este año es la casilla dedicada a las criptomonedas. Y por esto hemos hablado con Julio Ramsés Pérez Boga, presidente de la Asociación Profesional de Inspectores de Hacienda. Nos cuenta que en realidad no cambia nada más que tener la casilla específica para visualizar la importancia que están adquiriendo este tipo de inversiones. Y porque "había la creencia que eran activos no residenciados en España, porque estaban en la red, y que Hacienda no tenía ni idea de nada". Y no, se tienen que declarar porque se ha detectado que un 10% de las inversiones son en esos principios activos. Justo este fin de semana se está celebrando en el pabellón olímpico de Badalona un congreso de una supuesta escuela internacional de "trading", inversiones especulativas, que está siendo investigada por la policía por presunta estafa y actuar como una "cripto-secta". Miles de jóvenes llenan este pabellón y da la medida de la importancia creciente de este negocio, y la delgada línea roja que lo separa de la estafa o de las zonas de sombra legal.

• A mediados de 2021, entró en vigor la nueva Ley contra el Fraude en la que se estableció la obligatoriedad de declarar los saldos de las monedas virtuales. La inclusión de esta nueva casilla para las criptomonedas sigue en la línea de la regulación que Hacienda está realizando, Años anteriores las criptomonedas se tenían que poner en la casilla 389 “otras ganancias patrimoniales a integrar en la base imponible del ahorro” y recientemente en el apartado “Demás bienes y derechos de contenido económico”. Ahora tienen nuevo apartado “Saldos en monedas virtuales”, bajo el apartado “otras ganancias y pérdidas que derivan de la transmisión de elementos patrimoniales”

Le hemos preguntado también al presidente de la Asociación de Inspectores de Hacienda sobre la propuesta del presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, sobre bajar el IRPF de forma temporal para afrontar esta etapa de crisis e inflación. Él enfatiza que, como técnico, no debe opinar sobre propuestas políticas y que tan solo debe velar por la correcta aplicación de la legalidad fiscal. Pero como experto puede decir que se podrían poner otras opciones sobre la mesa. Además de la de deflactar la tarifa de IRPF en 1 o dos puntos, o hasta la inflación media de 2021, también se podría aumentar los mínimos personales y familiares, o sea las cantidades que se restan de la base imponible, por considerarse renta mínima que no merece ser gravada. Y una tercera alternativa, que supondría rebajar el tipo del IRPF tan solo en los primeros tramos, es decir para las rentas medias y bajas. En referencia a las dudas que deslizan algunos políticos sobre la gestión de los impuestos, diciendo que el gobierno (confundiendo maliciosamente gobierno con el estado) despilfarra o se queda con los impuestos, Julio Ramsés Pérez Boga deja claro que "el gobierno no se queda nada, los impuestos se recaudan para ganar todos, pagar impuestos es invertir en España" ..."Los impuestos son la otra cara del gasto público y en un momento en el que se pone en peligro nuestros servicios públicos tenemos que ir con mucho cuidado si tocamos estos ingresos", "Si bajamos los impuestos tenemos que ser conscientes de que vamos a tener menos dinero para gasto público. Y eso, en este momento, puede ser peligroso" "nos estamos jugando el estado de bienestar".

Para despedir las mascarillas nos acordamos de cuando llegaron a nuestra vida

Nos vamos a una farmacia de barrio, en Barcelona, la de Palmira Salvador cerca del Parque de la Ciutadella. Hablamos con Quim, Montse y Natàlia, que recuerdan cómo cuando se decretó el uso obligatorio de las mascarillas tan solo tenían 10 unidades en su stock. Llegaron a comprar unas, que a precio de coste, les costaron 36 euros. Y las vendieron por ese mismo precio. Esta semana, con la noticia de los comisionistas de las mascarillas y el ayuntamiento de Madrid, saber este dato es muy "ilustrativo"