La contaminación aumenta el número y la gravedad de infartos e ictus
ENTREVISTA ALBERTO CECCONI AUTOR ESTUDIO SOBRE INFARTO Y CONTAMINACIÓN
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Madrid
La contaminación no es solo un factor de riesgo determinante para sufrir un infarto de miocardio o un ictus, sino que aumenta también el riesgo de que sea de mayor extensión y peor pronóstico.
Un grupo de investigadores del Hospital Universitario de la Princesa de los servicios de cardiología e inmunología en colaboración con el Centro Nacional de Investigación Cardiovascular (CNIC) han analizado la contaminación atmosférica a la que estuvieron expuestos 192 pacientes las 24 horas previas a sufrir un infarto de miocardio o angina estable. Según el estudio, publicado en la revista Scientific Reports, los resultados evidencian que un mayor nivel de contaminación descontrola el sistema que regula la inflación asociada al infarto de los pacientes.
Alberto Cecconi, cardiólogo de La Princesa que dirigido la investigación explica el mecanismo que puede desencadenar en un infarto. La contaminación no solo provoca problemas respiratorios, sino que los alveolos son la puerta de entrada de la contaminación a todo el organismo. "Llega a la sangre y se difunde por todos los órganos, alcanzando las placas de colesterol que desestabiliza, crecen más rápido y pueden romperse provocando infartos e ictus"
"La contaminación es un factor de riesgo determinante" explica Cecconi, no solo el colesterol, la hipertensión o la falta de ejercicio, como variables individuales sobre las que podemos actuar. Pero no siempre se puede elegir el aire que respiramos, porque la boina de contaminación en ciudades como Madrid, lo cubre todo. "La contaminación es un factor de riesgo transversal, al que todos estamos expuestos".
Por eso el lugar en el que se vive también es determinante y "debería ser algo a tener en cuenta a la hora de elegir casa" evitando la proximidad a zonas de mayor congestión de tráfico. "Vivir a menos de 50 metros de una calle con cuatro carriles implica mayor riesgo de tener placas en las arterias coronarias".
Recuerda que según el último estudio publicado por The Lancet en Madrid se producen 5.000 muertes al año por exceso de contaminación. Por eso cree que es un error colocar el problema de la contaminación dentro de un debate ideológico, porque la muerte y la enfermedad no entiende de ideología.
En Europa, la contaminación produce más muertes que el tabaco y por eso urge a tomar medidas valientes, como lo fue en su día la ley antitabaco. "Hubo muchas protestas, pero nadie se plantea ahora volver atrás".
"Aristóteles decía que somo lo que comemos, ahora diría que somos lo que comemos y lo que respiramos" concluye.