Macron: "Nada está decidido y el debate que tendremos en los próximos quince días es decisivo"
El actual presidente ha asegurado que "le tiende la mano a todos" en su discurso tras la primera ronda electoral
Madrid
El presidente francés, Emmanuel Macron, que encabeza la primera vuelta de las presidenciales de este domingo, ha afirmado "tender la mano" a todos los electores y se ha mostrado dispuesto a "inventar algo nuevo para unir convicciones y sensibilidades diversas" de cara a la segunda vuelta.
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"Vuestra confianza me honra y me compromete" ha agregado Macron quien ha alertado: "No nos equivoquemos. Nada está decidido. Y el debate que tendremos en los próximos quince días es decisivo para nuestro país y para Europa", ha comentado Macron, que ronda el 28% de los votos en la primera vuelta, según las estimaciones, cinco puntos más que la ultraderechista Marine Le Pen, con quien se jugará la presidencia el próximo día 24.
En la Puerta de Versalles, el mismo lugar en el que celebró en 2017 su paso a la segunda vuelta, también ante Le Pen, el jefe de Estado ha pedido no escatimar esfuerzos y se comprometió a hacer lo mismo para renovar su mandato. Su proyecto, ha dicho, es "el único" que puede responder en favor del poder adquisitivo y de los trabajadores y en contra de la pobreza. "Quiero tender la mano a todos aquellos que quieren trabajar por Francia. Quiero convencerles en los próximos días de que nuestro proyecto responde con mayor solidez que el de la extrema derecha a los miedos y los desafíos de la época", ha añadido.
Macron, que ha acudido a la celebración de la noche electoral con su esposa, Brigitte, ha dicho querer una Francia "que supere el reto climático y ecológico" y que se oponga "al separatismo islamista" y a quienes prescriben a los musulmanes y a los judíos "comer como lo prescribe su religión". Su discurso, sin aires triunfalistas, ha agradecido que la mayor parte de los aspirantes derrotados hayan pedido el voto a su favor, y dijo ser consciente de que ese respaldo no supone un apoyo directo a su programa.
"Algunos me votarán para detener a la extrema derecha. Sé que no será un apoyo al proyecto que represento y lo respeto", recalcó el presidente saliente, que admitió que cuando la extrema derecha tiene tanto peso en el país "no se puede considerar que las cosas van bien" y hay que convencer a esa parte de la población "con mucha humildad y respeto".
Macron, un hombre muy diferente del que sedujo a Francia en 2017
El Emmanuel Macron que buscará un segundo mandato como presidente francés el próximo 24 de abril es muy diferente del que en 2017 sedujo al país como un candidato casi llegado de fuera de la política para instalarse en el Elíseo. El que entonces era el hombre más joven (no ha habido mujeres presidentas) en llegar a la jefatura del Estado en 2017 con 39 años, ha perdido buena parte de su capital político en su accidentado mandato de cinco años en el Elíseo.
Una grave crisis doméstica (las protestas de los "chalecos amarillos") y otras dos de alcance mundial (la pandemia de coronavirus y la guerra de Ucrania) han pesado mucho en un mandato en el que las controversias no han cesado. Muy lejos parece haber quedado el político de aspecto juvenil y atractivo, que sedujo a los franceses y pasó de ser casi un desconocido a ocupar la Jefatura del Estado.
Si entonces Macron prometió una "revolución" con transformaciones muy ambiciosas, ahora se contenta con continuar el rumbo emprendido, con reformas como la de las pensiones y unos objetivos, y un tono, mucho más moderados.
Experiencia frente a las crisis
Su empaque actual es el de un tecnócrata experimentado que propone seguir pilotando el país con mano segura, muy diferente del recién llegado sin partido que conquistó los cielos políticos en 2017. "Habrá más crisis" y cuando lleguen los franceses "ya tendrán una cierta idea de la forma en que voy a actuar", afirmó Macron en la presentación de su programa, un compendio más técnico que audaz de propuestas.
Fiel a su objetivo de abrir una tercera vía entre conservadores y socialistas, ha combinado medidas de derecha (como la supresión del impuesto sobre la fortuna o la promesa de subir la edad de jubilación) con otras de izquierda (como abundantes subsidios para las capas más sensibles a las alzas de precios de la energía o de los productos básicos). Pero su medida más destacable fue, posiblemente, la estrategia del "cueste lo que cueste" por la que el Estado inyectó enormes cantidades de dinero para sostener las empresas obligadas a cerrar durante los confinamientos sanitarios de 2020/21 y pagar los salarios de quienes no podían trabajar.
Defensor de la lucha contra el cambio climático y de Ucrania tras la invasión, Emmanuel Macron ha ejercido un importante liderazgo tanto en la Unión Europea (UE) como a nivel global, en busca de mantener la destacada posición mundial de Francia.
En la UE ha sido el complemento de Angela Merkel en el eje francoalemán y, tras la marcha de esta, ha asumido un papel protagonista aprovechando la bisoñez exterior del nuevo canciller alemán, Olaf Scholz.