Ejemplo inverso

Pamplona

Quizás si lo vemos con un ejemplo inverso lo entendemos mejor.

Pensemos en un evento cultural que podamos identificar con algo típicamente español. Puede ser un certamen de sevillanas o por ejemplo, una corrida de toros. Pon por caso que en ese evento veamos retratos del dictador Franco, el general Mola o Queipo de Llano. Y que, por ejemplo, el torero de turno vaya a brindar su faena a uno de los familiares de estos 3 personajes -que ellos ya están muertos-.

¿A que suena fatal?. Pues flaco favor hace a la promoción del euskera que Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, más conocido por su alias de cuando era jefe de ETA, Josu Ternera, sea una de las personas que lleva el lekuko, el testigo de la Korrika en sus últimos kilómetros.

Y claro que sí, que Urrutikoetxea es libre de hacer lo que quiera. Pero luego está la conveniencia de aprovechar la buena voluntad de la gran mayoría de quienes participan en la carrera de relevos que cada dos años recorre cientos de kilómetros para difundir el euskera para resaltar, porque eso es lo que se hace, resaltar la labor de personajes como éste y otros de los que hemos visto retratos con años de cárcel y varios muertos a sus espaldas.

Será legal, ¿pero es ético?