Tras el robo...360 minutos

Después del robo, con premeditación del línea de la banda de Tribuna y la alevosía de un árbitro que estaba mucho más cerca de donde se produjo la jugada y que, sin embargo, aunque me da la impresión que vio que no era falta, le quiso hacer caso a su nefasto auxiliar, quedan 360 minutos para lograr la gesta del ascenso. Se puede y se debe lograr porque el fútbol alguna vez tiene que ser justo con el Xerez Club Deportivo.

Le debe una y cuanto antes se la, pague mejor.

Hay que ganar, sí o sí, en Sevilla y convertir en una fiesta el partido de Chapín ante el Puente Genil y no en noventa minutos de infarto, porque la afición también se merece ya un pequeño respiro. Y después habrá que ir a Estepona a jugar dos partidos para poder entrar en el decisivo choque del ascenso. Cuatro partidos, trescientos sesenta minutos, con mucho en juego, Parte incluso del futuro institucional de un club que se ha reiventando, que se ha levantado de la cama para decir que los que le dieron por fenecidos estaban majaras, que no sabían lo que decían, y que tiene mucha vida por delante, aunque como casi siempre el balón debe ir por delante y tiene que ayudar a que todo lo que se ha negociado llegue a buen fin.

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Hay cinco años de carencia, cinco temporadas para llegar al fútbol profesional. Este escalón de Tercera a Segunda RFEF hay que darlo cuanto antes y si puede ser este año mejor que mejor. El esfuerzo grande que se ha hecho esta campaña, la labor inmensa de Emilio Fajardo, Juan Pedro, Fran y colaboradores, la grandeza de una afición que jamás ha desfallecido pese a los inconvenientes que han ido surgiendo en la temporada, la labor impresionante, aunque no se hable de ello en el día a día, de los Titín, Vanesa o Garrido Lugo y otros que están ahí en la sombra, amén de los apoyos de la gente de Gestar Sport bien que se ha hecho merecedora de alcanzar el éxito final. Ese dolor que dejó el gol en el último minuto del Ceuta tiene que mitigarse con un salto de categoría que este Xerez CD, por categoría y por ser patrimonio de esta ciudad que le vio nacer en 1947 y  alcanzar la gloria el día de San Antonio de 2009, necesita dar ya.

Después de un robo como el protagonizado el domingo en Chapín, el equipo tiene que reponerse, dar lo mejor de sí y sus jugadores ser conscientes de que el escudo que llevan es el escudo que todo Jerez amó hasta que un mal día ese amor se rompió, aunque los que le siguen amando confían en que todos den lo mejor de sí para que esos 360 minutos sean los que lleven a la entidad al objetivo soñado.