Condenado a 7 años de cárcel el tirador que quiso matar a Pedro Sánchez
La Audiencia Nacional destaca la “determinación y fijación inquebrantable” de Manuel Murillo para ejecutar al presidente y su “alta peligrosidad”. Fue denunciado por una coordinadora de Vox después de que el tirador intentase contactar con su líder, Santiago Abascal, para urdir el magnicidio

El acusado Manuel Murillo Sánchez durante su comparecencia ante la Audiencia Nacional / J.J. Guillen (EFE)

Madrid
La Audiencia Nacional ha condenado a 7 años y 6 meses de cárcel al vigilante de seguridad que en 2018 manifestó a través de WhatsApp su intención de asesinar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
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El tribunal le impone 2 años y medio por delito de homicidio en grado de proposición y otros cinco por depósito de armas de guerra. Además, le condena a 8 años de privación del derecho a la tenencia de armas.
Los magistrados consideran probado que Murillo expresó a partir de 2018 y sobre todo a raíz de conocerse el propósito de exhumar los restos del dictador Francisco Franco, una “fijación inquebrantable” de “acabar con la vida” del presidente del Gobierno, “cada vez con más ahínco”.

Imágenes del arsenal de armas intervenido por los Mossos de Esquadra en Terrassa a Manuel Murillo, el veterano tirador que quería atentar contra la vida de Pedro Sánchez. Mossos d'Esquadra / Mossos d'Esquadra

Imágenes del arsenal de armas intervenido por los Mossos de Esquadra en Terrassa a Manuel Murillo, el veterano tirador que quería atentar contra la vida de Pedro Sánchez. Mossos d'Esquadra / Mossos d'Esquadra
Quiso contactar con Santiago Abascal
Una “fijación” expresada “con determinación” en múltiples mensajes de Whatsap, primero en el grupo “Terrasa por España”, en el que figuraban mandos retirados de la Guardia Civil junto a simpatizantes de la formación política Vox, y después de forma privada a la coordinadora del mismo partido en el Vallés, Patricia Marta Muñoz, a quien llegó a reclamarle un contacto con su líder, Santiago Abascal, para pergeñar el asesinato. Fue la propia Muñoz quien denunció el caso a los Mossos d’Esquadra, quienes procedieron a la detención del condenado.
Mensajes del tirador
Mensajes como “al Sánchez hay que cazarlo como un cuerno (ciervo) y poner la cabeza en la chimenea”, “no podemos permitir que humillen al GENERALÍSIMO Francisco Franco”, alardeando de que era un francotirador que necesitaba un “comando de patriotas” y un “piso franco” para perpetrar el asesinato, y pidiendo a la coordinadora de Vox un contacto con Abascal para proponerle su “plan Valkiria” en alusión al frustrado intento de acabar con Hitler en 1944. “Llamo a un alzamiento nacional pero Ya”, dijo para acabar contra quienes “rompen España”.
De poco le han servido a Murillo los argumentos exculpatorios expuestos durante el juicio, como que actuaba influido por las letanías diarias del periodista Jiménez Losantos, que le hacían sentir como “Rambo” para “salvar a España” o que sus mensajes eran producto de la ingesta de alcohol.
“Alta peligrosidad”
El tribunal recalca que durante el registro a su domicilio le fueron incautadas 13 armas de guerra, de las que siete eran prohibidas, como un fusil de asalto CETME o un rifle de precisión, por lo que destaca la “alta peligrosidad” del vigilante que acudía de forma periódica a un club de tiro. Los magistrados destacan que Murillo no tenía un plan perfectamente urdido para cometer el asesinato, pero por “embrionaria que fuera” la fase en la que se encontraba, tenía la “persistencia, fijación y desvelada determinación” de causar la muerte del presidente y disponía de las armas adecuadas para ejecutarlo, “a cuyo efecto recababa de forma reiterada la ayuda que requería en pro de su pertinaz idea criminal”.





