El calvario de alquilar un coche esta Semana Santa

Madrid

A pesar del levantamiento de la mayoría de las restricciones y de la reactivación de los viajes de ocio, la pandemia sigue causando estragos en parte del sector turístico español. En destinos concurridos como la Costa del Sol, las islas Baleares y las islas Canarias, las agencias de alquiler de vehículos se ven desbordadas por el aumento de la demanda y por la falta de vehículos con los que reponer una flota mermada durante los meses en los que la actividad turística se paralizó casi por completo. "Tuvimos que vender coches porque no nos salía a cuenta mantenerlos. Y el problema es que no hay vehículos nuevos en el mercado", explica Toñi Suárez, encargada de una agencia de alquiler en Lanzarote.

Su empresa, Autos Famara Rent A Car, contaba con 174 vehículos de alquiler en 2019. Ahora mismo tiene 45 coches y todos están reservados para la Semana Santa. Si un cliente llega a última hora buscando un vehículo, "lo único que podemos hacer es coger un número de teléfono y, si hay una cancelación o alguna modificación en las reservas existentes, le llamaríamos", explica Toñi. Debido a la dificultad para visitar una isla como Lanzarote sin coche, "a algunos clientes les facilitamos el contacto de algún taxista para que hagan una excursión de un día completo con ellos".

En otra oficina de alquiler, en Las Palmas de Gran Canaria, varios clientes se muestran contrariados por la escasez de vehículos y los altos precios, que pueden superar en un 40% los de la Semana Santa de 2019. "Quiero desplazarme al sur de la isla, pero con estos precios de los modelos que quedan es imposible", protesta una viajera colombiana que ha llegado desde Barcelona. "Vengo de estar en otras dos agencias y me acaban de decir que no tienen coches. Voy a preguntar si quedan en esta y a mirar precios", afirma un turista que ha venido desde Jaén a pasar unos días de descanso con su familia. Un turista alemán que visita Gran Canaria a menudo explica que "los precios están más elevados que otros años", aunque él ha tenido más suerte porque reservó su coche con antelación.

El presidente de la patronal Feneval, Juan Luis Barahona, confirma que las empresas de alquiler de vehículos en España "aún no han llegado al infleeting total", es decir, que siguen sin recuperar los cerca de 820.000 automóviles que sumaban hace dos años. Durante la pandemia, muchas agencias vendieron sus activos para sobrevivir, confiando en recomprar unidades al reactivarse la economía. Sin embargo, la falta de microchips y los cuellos de botella en la distribución mundial de mercancías han dificultado la vuelta a la normalidad en las fábricas de vehículos. "Y, para colmo, llega la guerra de Rusia que hace que otros componentes se vean afectados. Es una especie de tormenta perfecta", se lamenta Barahona.

Algunas agencias sortean la carencia de vehículos nuevos retrasando la devolución al fabricante de las unidades que tienen operativas en régimen de recompra o buy back. Otras empresas mantienen sus flotas inactivas durante los meses de invierno con el objetivo de asegurarse la disponibilidad en verano. "También los están buscando en mercados de importación de coches usados", señala Barahona, que confirma que en algunos destinos es posible que los vehículos sumen 30.000 y hasta 40.000 kilómetros.

"Gracias a esos coches, podremos superar esta situación", afirma el presidente de Feneval, que reconoce que esta Semana Santa puede haber clientes que se queden sin vehículo de alquiler. "Si esperamos al último minuto, nos podemos encontrar con que no hay coches a ningún precio porque están todos alquilados", advierte Barahona, que recomienda reservar con la mayor antelación posible para evitarse un disgusto.