Santiago Niño explica la situación de inflación: “Nos encontramos con una producción y una oferta inferior a la demanda”
El economista de cabecera de La Ventana, Santiago Niño Becerra, ha explicado el por qué de la situación de inflación a la que se enfrentan los países, y ha detallado cómo nos afecta
La Ventana de los Números | La inflación se dispara
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Madrid
Hablar de inflación y de precios altos va ligado indudablemente a cómo nos afecta de forma directa, a nuestro bolsillo, pero para Santiago Niño Becerra, economista de cabecera en La Ventana, es importante resaltar que también nos afecta de otra manera.
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La energía nos afecta doblemente
“Normalmente cuando se piensa en una energía cara se piensa en la necesidad en casa y en cuando llenas el depósito del automóvil, pero cuidado con esto, cuando compras un paquete de champiñones en el supermercado también hay energía”, explica el economista, que se ha asomado a La Ventana, “la de tratar los champiñones, producir el blister, empaquetarlo, etc”.
“El coste de la energía nos viene de forma directa por las facturas que pagamos y de forma indirecta a través de los productos que consumimos porque interviene la energía en su fabricación, y ahí el gobierno no puede hacer nada en un sistema capitalista”, detalla.
Los bancos y al pandemia
En este caso la inflación que estamos experimentando, explica Niño Becerra, es diferente: “Esta inflación es una inflación de oferta, estructural, está producida por factores que no dependen de las personas de la calle, del hombre de la calle, del ciudadano de a pie. Es una inflación que depende de una falta de producción y de una energía”.
Lo explica más detalladamente, y apunta a varios factores causantes de la situación actual: “Entre el año 2012 y el 2019 los bancos centrales se dedicaron a regar con dinero gratis, toneladas de dinero, prácticamente todo el planeta. Suerte que la mayor parte de ese dinero fue a las bolsas, que alcanzaron unos niveles absolutamente absurdos, pero no fueron a la calle con lo cual no estuvo cebando una inflación que hubiese sido más perjudicial. Pero la base inflacionaria ya estaba ahí”.
“En segundo lugar llegó el virus, que rompió las cadenas productivas, logísticas y de distribución durante varios meses y que luego, cuando ya empieza a recuperación de esas cadenas, aunque no totalmente, el precio de la energía se dispara, sumando a todo esto la tensión provocada por la situación en Ucrania”, añade.
El resultado, evidentemente, es que “nos encontramos con una producción y una oferta de todo que es inferior a la demanda, por eso los precios suben”.
Dos aspectos
La inflación, cuenta el economista, tiene dos aspectos, y “de uno de ellos se habla muchísimo pero del otro se habla mucho menos”.
“Si sube el precio de algo, evidentemente tienes que pagar más para obtener la misma cantidad de ese algo, eso es evidente. Pero a la vez, y de eso se habla mucho menos, en el bolsillo te queda menos dinero para hacer otras cosas”, ha concluido, “en consecuencia, como las rentas salariales ni en broma se están aproximando a este incremento de precios, la pobreza aumentará”.