Tribunales

Tres detenidos por organizar 25 macrofiestas ilegales durante la pandemia en Cataluña

Los Mossos aseguran que el fraude aproximado asciende a 200.000 euros

Fiestas ilegales durante la pandemia

Barcelona

Agentes de los Mossos d'Esquadra han detenido a tres personas, a las que se les atribuyen al menos 25 delitos de estafa y falsificación documental. Son integrantes de un grupo criminal que se dedicaba a la organización de fiestas ilegales en viviendas de turismo rural, sin el consentimiento de los propietarios, sin abonar el importe del alquiler del espacio, el alquiler de material de hostelería ni la compra o contratación de servicios básicos como catering o bebida.

De esta forma obtenían de forma íntegra el beneficio económico de forma directa, tanto por la venta de entradas como por las consumiciones. La investigación estima en 200.000 euros la cantidad defraudada.

Los presuntos autores contactaban con los responsables de las viviendas de turismo rural o con las empresas de servicios, ocultando su identidad bajo datos falsos. En algunos casos utilizaban copias de documentación de otras personas o utilizaban a una tercera persona como intermediaria (que desconocía la intención real de los inquilinos).

Una vez iniciaban el contacto, su intención era abonar el importe del alquiler o compra mediante transferencia bancaria que resultaba ser simulada y falsa. Enviaban por e-mail, o mensajería instantánea, un justificante de transferencia bancaria con datos falsos, haciendo creer al destinatario que por la proximidad al fin de semana, el pago no se haría efectivo hasta pasados ​​unos días (ya pasado el tiempo de alquiler de la casa).

Toda esta secuencia delictiva se desarrollaba en un espacio de tiempo muy reducido, aproximadamente 24 horas, a contar desde el inicio del contacto con los responsables de viviendas o empresas hasta que se realizaba la fiesta.

Aunque el aforo de las viviendas que alquilaban no excedía a los 10 o 15 residentes, la cantidad final de personas que asistían a las fiestas se estimaba entre 300 y 400. Los investigados no daban la ubicación de la fiesta hasta bien entrada la noche para reducir los riesgos de una eventual actuación policial.

El grupo criminal estaba perfectamente organizado, puesto que tenían muy bien atribuidas las funciones específicas de cada uno de ellos: alquiler de los espacios, convocatoria de los asistentes a través de redes sociales, contratación de los caterings, seguridad y control acceso a la finca, equipos de sonido y luz, camareros, etc.

Las viviendas de turismo rural donde se consumaron las fiestas se encuentran en las comarcas del Maresme, Noguera, Garraf, Pla de l'Estany, Alt Camp, Baix Empordà, Gironès, Bages, Osona, La Selva y el Tarragonès.