Daisy Edgar-Jones: "La película muestra el poder de las amistades femeninas y cómo podemos ayudarnos a detectar situaciones de misoginia"
Sebastian Stan y Daisy Edgar-Jones protagonizan un interesante thriller social que indaga en la sospechosa relación entre Noa y Steve
Madrid
Noa (Daisy Edgar-Jones) está hastiada de los encuentros que tiene a través de aplicaciones de citas. Comprando en el supermercado se topa con Steve (Sebastian Stan), un hombre interesante que le pide su número de teléfono. A la vieja usanza. Gracias a este encontronazo Noa recupera la ilusión y la idea asociada al amor romántico aunque Mollie, su mejor amiga, desconfíe de Steve. Un fin de semana a modo de retiro en el campo alejados del barullo de la ciudad le sirve a Mollie para confirmar su teoría y a Noa para adentrarse en el escalofriante mundo de Steve, un tipo que hasta el momento se ha hecho pasar por cirujano plástico pero en verdad, lo que oculta, es un turbio mercado de carne humana. Carne de mujeres, en concreto. Chicas jóvenes a las que tiene encerradas en diferentes habitaciones y a las que amputa distintas extremidades u otras partes del cuerpo para filetearlas y así venderlas en un mercado negro, constituido, por supuesto, por señores espeluznantes.
El negocio que Steve hace con la carne sirve como metáfora para hablar de la mercantilización del cuerpo de la mujer, un tema presente en el guión elaborado por Lauryn Kahn y ejecutado por la directora debutante Mimi Cave. A través de una pantalla, los dos actores protagonistas reciben a la Cadena SER para promocionar este particular thriller social con ecos de Una joven prometedora (Emerald Fennell) o Déjame salir (Jordan Peele).
¿Creéis que las apps de citas afectan de alguna forma a nuestras relaciones?
Sebastian Stan: Definitivamente. Tengo amigos que tienen estas aplicaciones y he oído muy a menudo que cuando van a citas la persona que conocen es completamente diferente. Pero que sí porque lo que ves en esas apps es una imagen creada conscientemente. Creo que todos somos susceptibles a ello, la luz, los filtros. El otro día yo mismo estuve dando vueltas hasta que encontré la luz adecuada. Y fue como: “simplemente haz la foto”. Pero lo hacemos, lo hacemos muy a menudo y luego puedes conocer a alguien y… la forma en que nos vemos es muy diferente a cómo nos ven los demás.
Daisy Edgar-Jones: Estoy totalmente de acuerdo. Creamos una versión de nosotros mismos para las redes sociales, las apps de ligar… Y creo que juzgamos mucho a los demás basándonos en esto y luego cuando conocemos a la persona real tenemos como que desaprender las ideas que nos hemos hecho sobre esta persona porque al final es el interior lo que importa.
Otro tema muy importante es la mercantilización del cuerpo de la mujer.
D: Sí, yo creo que la película toca mucho el tema de la mercantilización del cuerpo de la mujer y cómo tan a menudo se nos reduce solo al físico. La película lleva la alegoría al extremo, obviamente, pero sí, la película habla de ello y creo que ‘Fresh’ toca muchos temas sociales de una forma muy sutil, creo que eso es muy interesante en un proyecto.
El final de la película me recuerda un poco al final de la primera temporada de Big Little Lies, esa complicidad femenina y el apoyo de las amigas a la ahora de vencer al patriarcado. Daisy, ¿sientes que ahora hay mayor sororidad entre las mujeres actrices?
Eso espero. Creo que es muy importante que las mujeres nos apoyemos entre nosotras en lugar de tirarnos abajo, que es algo que hemos estado muy condicionadas a hacer. Apoyarnos y animarnos las unas a las otras, y creo que ‘Fresh’ hace muy bien eso. Muestra muy bien el poder de las amistades femeninas y cuánto podemos darnos las unas a las otras, compartir experiencias, y saber cómo eso puede ayudarnos a la hora de detectar situaciones de misoginia, ser capaces de detectarlo y señalarlo por compartirlo unas con otras. Creo que es muy importante, y me encanta que ‘Fresh’ celebre eso. La amistad entre Mollie y Noa es muy especial y muy parecida a mis amistades, así que estoy muy feliz de poder mostrar y celebrar eso en el cine.
Sebastian, ¿qué papel jugáis los actores masculinos en este momento?
Creo que simplemente tenemos que contribuir a la conversación, a la concienciación. Para mi la película va más sobre la conciencia, en el sentido de la forma en la que proyectamos ciertas cosas sobre nosotros. Esta narrativa con la que hemos crecido de que un hombre va a aparecer y a salvar el día, el complejo del héroe, del príncipe azul... ¿Qué es la fuerza, la confianza en uno mismo…? De qué cosas nos han enseñado que tenemos que enamorarnos… Porque nos han contado eso desde que éramos niños. A las mujeres les han contado una historia determinada, a los hombres otra. Sobre cómo ser, cómo presentarse ante los demás. Yo adoro las comedias románticas, y muchas de ellas acaban en una especie de lugar feliz al final, pero creo que lo que es de verdad importante en esta película es que ofrecemos una historia diferente. No es lo mismo de siempre. Es verdad, quizá a veces resulta que el héroe es realmente un monstruo, y deberíamos prestar más atención a por qué tomamos las decisiones que tomamos.
¿Qué pensáis de las relaciones de poder que se establecen entre Noa y Steve?
D: Creo que es algo muy interesante a explorar en las relaciones personales. El quién tiene el poder y cómo cambia eso. Creo que entre Noa y Steve es algo que definitivamente cambia al final de la película. Al principio Noa cree que tiene el poder un poco y luego obviamente no, pero luego los dos son ambiguos hasta cierto punto. Es una cosa constantemente cambiante.
S: Ella desbarata ese modo de vida muy regulado de él, que le ha funcionado durante mucho tiempo, y es cierto que ella consigue meterse en su cabeza de una forma diferente. Y creo que cuando ella cobra consciencia de eso, es lo que de alguna forma ayuda a llegar a un lugar de liberación. Casi más dejarse llevar por la corriente que ir contra ella. Y creo que el hecho de que la película haga eso la hace muy diferente de lo que uno esperaría. Al final de esas cenas, como audiencia te preguntas Por qué todo el mundo está actuando tan diferente ahora, y creo que eso lo hace muy interesante.