¿Adiós? a la hierba artificial
La Cultural se despide este domingo de una superficie con la que no volverá a encontrarse salvo descenso

La Cultural se despedirá de la hierba sintética en Matapiñonera

León
El lavado de cara que sufrirán algunos estadios de 1RFEF a partir de la próxima temporada es bienvenido por los principales actores del fútbol, entrenadores y jugadores. Más les costará asumir a los dirigentes la necesidad de levantar la hierba artificial (recién puesta en algunos) para adecuarse a la normativa con el consiguiente coste. Sólo serán admitidos los recintos de césped natural como ya ocurre en la Liga Santander y en la Liga SmartBank, aunque está por ver si los equipos que logren el ascenso a la división de bronce tienen una moratoria. "Respeto mucho la artificial que es donde he jugado los últimos años, pero el fútbol en césped natural mejora, te acerca más a la élite que es donde queremos estar todos", aseguró recientemente Fer Ruiz, jugador de la UD Sanse, uno de los clubes afectados y en cuyo estadio este domingo la Cultural quiere pasar está pagina de la mejor manera.
Como para otros muchos equipos, este tipo de escenarios le han sido particularmente esquivos a la Cultural. Durante años se levantaba un muro en cada visita a un campo sintético, aunque en su historial reciente mejoró sus datos. Tras el último descenso a la Segunda B, al menos logró una victoria cada temporada en estadios de hierba artificial: Navalcarnero (Liga y Copa del Rey), Unión Adarve y UD Sanse (18/19), CD Izarra (19/20) y Unionistas (20/21). En este tramo el balance total tras 15 partidos es de 6 triunfos, 4 empates y 5 derrotas. Guijuelo, una pesadilla, Bouzas, Covadonga...
En la campaña actual será el tercer duelo en la citada superficie tras la igualada en el feudo del Unionistas (2-2) y la derrota en tierras madrileñas frente al DUX Inter (3-2). Será la primera vez con Curro Torres al frente y como cada maestrillo tiene su librillo, el técnico catalán decidió no variar el lugar habitual de trabajo durante la semana y renunció a tomar contacto con algún recinto sintético de los que dispone la ciudad. Dejará de ser ya un quebradero de cabeza para los profesionales.




