El director de la CIA, William Burns, aseguró este jueves que EEUU no debe «tomarse a la ligera» la posibilidad de que Rusia utilice armas nucleares en Ucrania, dadas las complicaciones con las que se ha encontrado en los 50 días de su ofensiva militar en el país. «Dada la desesperación en potencia del presidente (de Rusia) Putin y de los líderes rusos, dados los contratiempos con los que se han encontrado militarmente, nadie se puede tomar a la ligera la amenaza que supone que se pueda recurrir a armas nucleares tácticas o de baja potencia», aseguró Burns tras un discurso que ofreció en una universidad del estado de Georgia (EEUU). El máximo responsable de la CIA apuntó, sin embargo, que no han visto pruebas de que Rusia se esté preparando para el uso de este tipo de misiles. «Aunque hemos visto posiciones retóricas por parte del Kremlin en torno a aumentar su nivel de alerta nuclear, no hemos visto muchas pruebas tangibles de este tipo de despliegues (...) que respalden estas preocupaciones», agregó. Burns hacía así referencia a unas declaraciones previas de Vladimir Putin, en las que aseguró que iba a poner su sistema de armas nucleares en alerta. Este mismo jueves, Rusia advirtió de que podría trasladar armas nucleares a la región del Mar Báltico si Finlandia y Suecia se unían a la OTAN. EEUU ha alertado de que Rusia podría usar armas químicas o biológicas en Ucrania, pero estos comentarios públicos de Burns son hasta la fecha los más explícitos de EEUU sobre el uso de armas nucleares por parte del Kremlin en su invasión de Ucrania. En su discurso en Georgia, Burns también afirmó que el presidente de EEUU, Joe Biden, está tratando de evitar que se desate una tercera guerra mundial, lo que ha llevado a Washington a evitar cerrar el espacio aéreo ucraniano o a rechazar los planes de Polonia de transferir aviones caza a Ucrania. Sin embargo, el miércoles Biden anunció un paquete de ayuda militar a Ucrania valorado en 800 millones de dólares, que incluye por primera vez, desde el inicio de la invasión rusa el pasado 24 de febrero, 18 cañones Howitzers de 155 milímetros con 40.000 municiones; a los que se suman 10 radares antiartillería del tipo AN/TPQ-36 y dos de vigilancia aérea.