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Adiós al último símbolo visible de la pandemia

El inmunólogo Alfredo Corell cree que la retirada de las mascarillas en interiores "es una decisión anhelada, pero precipitada"

Alfredo Corell, inmunólogo: "Es una decisión anhelada, pero precipitada"

Valladolid

Si no hay cambios, el Consejo de Ministros del próximo martes 19 de abril aprobará la retirada de la mascarilla en interiores, a excepción de los centros sanitarios y sociosanitarios y los transportes. Un día más tarde, el miércoles 20 entrará en vigor la medida tras publicarse en el BOE.

Esta decisión ha sido aplaudida por muchos y criticada por otros tantos. Para algunos es una medida que llega tarde y para otros, demasiado pronto. Lo que es una realidad es que las mascarillas en la mayor parte de interiores se va a retirar y con ella se irá uno de los pocos elementos visibles que nos recuerdan que estamos en pandemia, porque, aunque se retiren, seguimos en medio de una pandemia mundial.

El inmunólogo Alfredo Corell lo tiene claro: "Es una decisión anhelada y deseada por toda la sociedad, pero yo creo que es un poco precipitada si en Semana Santa, como ha sido esperable, se han producido muchos encuentros. Podíamos haber esperado un par de semanas más". Para este experto, lo mejor hubiera sido desescalar de otra manera: "Hace unas semanas se tomó la decisión de suprimir las cuarentenas de los positivos leves y asintomáticos y eso tiene unas consecuencias. En Semana Santa todo el mundo que ha podido ha salido, se ha juntado con familiares o amigos y eso tiene sus consecuencias, por lo tanto habría que haber esperado 10 o 15 días y a partir de ese momento, en función de la incidencia y la ocupación de los hospitales, si todo sigue igual de bien, entonces ese sería el mejor momento para dar un paso más y quitar las mascarillas", explica Corell.

¿Cómo comportarnos a partir del miércoles?

A partir del miércoles la mascarilla no será obligatoria, pero recordemos que tampoco está prohibida. Quien la necesite, ya sea porque se siente más seguro o porque hay una importante aglomeración en el lugar donde se encuentra, puede seguir usándola. "Yo recomiendo que la mascarilla se convierta en un objeto más de nuestro vestuario y la llevemos siempre con nosotros porque habrá sitios en los que tendremos que usarla, como en el transporte público, pero además yo recomiendo a la gente que la lleve por si acaso. Si nos encontramos con una situación de aglomeración en la que vayamos a estar por un tiempo prolongado, yo me la pondría", explica Alfredo Corell. Este inmunólogo recomienda usarla en manifestaciones, conciertos y otros eventos que previsiblemente se conviertan en multitudinarios, "sobre todo en sitios donde la gente cante o grite porque se van a exhalar virus y pueden ser lugares de contagio".

La pandemia no ha terminado y Alfredo Corell se muestra contundente: "Tenemos que hacer una vigilancia a nivel internacional porque tenemos países con muy poca tasa de vacunación y pueden ser lugares donde surjan nuevas variantes. Nuestras autoridades sanitarias tendrán que vigilar los brotes, las variantes más corrientes en cada momento, porque si aparece una nueva variante puede ponernos en peligro. Y desde el punto de vista científico tendrán que vigilar tanto el nivel de inmunidad que nos confieren las vacunas como haber pasado la infección".

Diego Merayo

Es locutor, redactor y productor en Radio Valladolid,...