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El peso de nuestra sombra

Hay pocas cosas que nos acompañan todos los días sin que apenas nos demos cuenta. Parece que no están, pero si reparamos en ellas durante un tiempo les podemos sacar más usos de los que aparentemente tienen. Una de ellas es nuestra propia sombra.

¿Cuánto pesa nuestra sombra?

Madrid

La luz está formada por fotones, que son partículas que no tienen masa, pero sí energía. Esa energía empuja a los cuerpos sobre los que incide. Si nosotros estamos delante de una fuente de luz, esos fotones, esas partículas nos van a empujar y eso sí que puede cuantificarse como peso. La región que no está iluminada pesará un poco menos que la iluminada porque no recibe el empuje de esos fotones. Si nos ponemos encima de una báscula en una habitación iluminada y en una que no lo está nuestro propio peso corporal cambia: si estamos en una báscula y nos da la luz vamos a pesar más que si estamos a oscuras. Eso sí, la variación es tan mínima que en nuestras básculas de casa será imposible apreciarlo.

Puede parecer insignificante pero en el espacio exterior nuestra sombra puede servir incluso como energía. Nuestra sombra, por decirlo así, ha tenido muchas aplicaciones. La más conocida es el Premio Nobel de Física en 208 con las pinzas ópticas. Son como una especie de velas que aprovechan el empuje de los fotones para contrarrestar el peso de los objetos y hacerlos levitar o manipular directamente sin tocarlos. Es muy importante para experimentos con materia biológica. En la escala espacial, las velas solares utilizan el mismo empuje para propulsar naves aeroespaciales sin gastar combustible.

Si has leído hasta aquí y te ha resultado curioso, escucha el podcast de 'La Ciencia' con Pere Estupinyà y Javier Sampedro en el que Celia González Sánchez, doctoranda de física de la material condensada de la Universidad Autónoma de Madrid nos explica todos los detalles sobre nuestra sombra.