La pasión de Cristo a ritmo de rock
Jesucristo superstar fue primero disco, luego ópera rock y finalmente película.
Ya desde muy pequeño Tim Rice, el autor del libreto de Jesucristo superstar, se sentía fascinado con la figura de Judas. “Siempre pensé que si algún día me convertía en escritor Judas Iscariote sería un buen tema para tratar. Una historia hecha desde su punto de vista. Lo que yo quería decir con mis palabras era ¿qué haría yo en su situación? Judas dice cosas con las que la gente se puede identificar. A partir de eso puedes sacar tus conclusiones sobre su personalidad viendo Jesucristo superstar”, explicaba el letrista.
Y efectivamente, Jesucristo superstar cuenta la última semana de la vida de Jesús de Nazareth, pero el gran protagonista de la película es Judas, un hombre que se debate entre la admiración y la decepción que siente por su maestro. Judas piensa que Jesús debe ser un líder político que libere a los judíos del yugo de Roma y no comprende su mensaje espiritual. Aunque no es el único que tiene dudas, el propio Jesucristo se atormenta con ellas. “Jesús se está preguntando qué hace sobre la Tierra”, contaba Ted Neeley, el actor que le daba vida en la película. “Son los últimos momentos de un hombre que está pasando de su condición humana a la divina y se cuestiona todo lo que hace porque sabe que su tiempo se acaba y se pregunta qué ha venido a hacer aquí”.
Tim Rice escribió la historia y las letras de las canciones a las que puso música el compositor Andrew Lloyd Weber. Pero nadie quiso producir la obra, así que lo convirtieron en un disco conceptual. “La razón por la cual Jesucristo superstar se editó primero en disco fue porque nadie quería representarla en los teatros. Todos los productores de Londres me decían: Debes estar bromeando. Fue el peor comienzo de la historia”, contaba Andrew Lloyd Weber.
En ese disco conceptual Ian Gillan, el cantante del grupo Deep Purple, ponía voz a Jesús y también participaban otros cantantes como Gary Glitter o Murray Head. De los actores que después participarían en la película tan solo estaban en esta grabación Yvonne Elliman como María Magdalena y Barry Dennen como Poncio Pilatos. El disco resultó un fracaso en Inglaterra, en parte porque la BBC se negó a radiarlo al considerarlo sacrílego y blasfemo. Sin embargo, para Tim Rice el que primero fuera un disco y luego un montaje teatral tuvo sus ventajas. “Hacerlo primero en disco hizo que el libreto pudiera ser más contemporáneo, mucho más rock; dándole más energía y así se pudo identificar con el público joven. Nosotros no lo apreciamos en su día porque lógicamente Andrew había escrito la música para el teatro y no para un disco. Pero hacer eso que se consideraba un error resultó bueno porque la edición en disco permitió hacer mejor nuestro trabajo y promocionó enormemente la obra. Cuando la obra se estrenó en los escenarios, todo el mundo conocía las canciones”.
Finalmente el musical se estrenó en Broadway en 1971 donde ya levantó las primeras polémicas. Posteriormente se estrenó en Londres y en 1973 dio su salto al cine en una película dirigida por Norman Jewison que un par de años antes había triunfado con otro musical: El violinista en el tejado. En un principio encargaron al propio Tim Rice que escribiera el guion. “Escribí un guion tipo Ben-Hur con Jesús hablando a una multitud de 20 mil personas, con un ejército de romanos y otros excesos. Lo leyeron y me dijeron: Esto costará unos cincuenta millones. Olvídalo. Y lo desecharon. Contrataron a unos guionistas que trajeron un nuevo planteamiento muy interesante, el de un grupo de jóvenes actores haciendo una versión en el desierto y en los tiempos actuales”. El rodaje tuvo lugar en Israel en un desierto cercano a Tel Aviv, en el valle de Elah, en el que según la Biblia David mató a Goliat. El problema principal que tuvieron fue el calor, ya que las temperaturas rondaban los 40 grados y bailar y cantar con ese sofoco provocaba desmayos y deshidratación a los actores.
Para hacer de Jesús se pensó en David Cassidy, un actor y cantante que por aquella época tenía mucho éxito y era un ídolo de adolescentes, pero éste rechazó la oferta. Se hizo entonces un casting y a las pruebas se presentó un joven de 17 años llamado John Travolta, pero finalmente el elegido fue Ted Neeley que, con esta película, debutaba en el cine. “Teddy estuvo maravilloso. Estudió a fondo el papel y tenía una voz fantástica. Mi escena favorita es la del huerto de Getsemaní en la que él está solo y canta y actúa de maravilla. Norman Jewison ya me lo advirtió desde el principio: ese tipo es excepcional, decía. Y realmente lo fue. No tuvo competencia”, explicaba Tim Rice.
Después de Jesucristo superstar, Ted Neeley no siguió trabajando en el cine. Apareció en algunas series y películas de televisión, pero sobre todo se dedicó a representar el papel de Jesús durante los siguientes 40 años en distintas versiones musicales de la obra. “Probablemente me habría divertido más interpretando alguno de los papeles que ha hecho Jack Nicholson, pero ser capaz de dar un toque de humanidad cada noche en cualquier lugar ¿Qué hay mejor que eso?”, se preguntaba el actor hace unos años. Ted Neeley no solo encontró un trabajo para toda la vida con la película sino que también en ella conoció a la que se convertiría en su esposa, una de las bailarinas del coro.
Carl Anderson, el actor que hacía el papel de Judas, tan solo participaría en dos películas más, una de ellas El color púrpura de Steven Spielberg. También se dedicó casi exclusivamente a representar en los teatros Jesucristo superstar. Murió de leucemia en el año 2004. A la hawaiana Yvonne Elliman, que hacía de María Magdalena, tampoco le fue bien en el cine. Solo rodó un par de películas y siguió con su carrera musical grabando discos propios o colaborando con otros artistas como los Bee Gees o Eric Clapton, con el que mantuvo una relación sentimental. El caso más curioso del reparto de la película es el de Paul Thomas, el actor que da vida al apóstol Pedro. Tras el estreno de Jesucristo superstar se convirtió en un prolífico actor de películas porno durante los años 70 y 80 y después pasó a dirigirlas, trabajo que sigue desempeñando en la actualidad.
Jesucristo superstar tuvo una gran repercusión cuando se estrenó y provocó altercados y protestas frente a los cines por parte de grupos cristianos, pero también de judíos a los que no gustó la película porque decían que culpabilizaba a los hebreos de la muerte de Jesús. Sin embargo el director Norman Jewison contaba que le mostró la película al Papa Pablo VI en el Vaticano y que le gustó mucho. Le dijo que no solo apreciaba el hermoso trabajo de rock cinematográfico que había hecho sino que estaba convencido de que la película atraería a más gente al cristianismo. No obstante el Vaticano no aprobaría oficialmente la película hasta el año 2000, cuando la música de Jesucristo superstar se usó en un recital que formaba parte de las celebraciones del Jubileo. Hoy en día Jesucristo superstar se ha convertido en uno de los musicales más representados en el mundo, tanto por compañías profesionales como por grupos de aficionados.
Elio Castro
Licenciado en Historia del Arte y Máster en periodismo...