El Cádiz echa más leña al fuego en la crisis del Barça
Un solitario gol de Rubén Sobrino decide el partido para el Cádiz y agrava el momento de un Barça muy gris
En medio de un momento complicado para el Barça, el Cádiz consigue la primera victoria de su historia en el Camp Nou con un gol de Rubén Sobrino (1-0). Xavi, pese a reclamar el buen juego de los suyos, vio como su equipo acabó desesperado, colgando balones al área en una noche gris por todo el ruido extradeportivo.
El Cádiz hace historia en medio de la crisis azulgrana
Pese a que la noche en Barcelona se mostraba tremendamente apetecible, en la línea de lo visto en Semana Santa, el ambiente estaba enrarecido. La aparición de ultras cargando contra Laporta en la previa, la resaca de la invasión alemana al Camp Nou y todo el embrollo de los audios de Piqué y Rubiales consiguieron algo inédito en el templo blaugrana: el balón no era lo más importante. Es más, el central había prometido aclarar todo el asunto poco después de acabar el encuentro, así que el objetivo era sobrevivir. El Cádiz, que de eso sabe un rato, tenía una ocasión de oro para rascar un buen resultado.
El ambiente enrarecido se apoderó del juego del Barça, haciendo que solo Dembélé se mostrase amenazante ante la buena defensa que había montado Sergio González. En media hora de partido, no hubo un tiro a puerta por parte de ninguno de los dos bandos chutó a puerta, dejando como única ocasión clara una de Lucas Pérez que inexplicablemente salió lamiendo el poste. Al finalizar la primera mitad, solo hubo un remate entre los tres palos. Mucho tenía que cambiar el cuento en el descanso para que el Barça no echase más leña al fuego en un día especialmente candente.
Xavi intentó sacar el extintor tras el descanso, cambiando las posiciones de Memphis y Ferran. Pese a que dejó un pequeño destello de esperanza, poco tardó el fuego en hacer un incendio. Un error de Jordi Alba provocó un contragolpe del Cádiz que acabó con un centro al área que encontró a Lucas Pérez. Allí, ante un Ter Stegen ojiplático, el gallego no remató una vez, sino en dos ocasiones. El alemán consiguió parar sus remates, pero no el de Rubén Sobrino en el 0-1, dándole alas a un Cádiz que nunca había ganado en el Camp Nou. Por primera vez en el partido, el principal problema del Barça estaba en lo que sucedía en el verde,
Los minutos iban pasando y el Camp Nou, por una de esas ironías del destino, reclamaba a Luuk De Jong. Donde hace una semana Xavi sacaba pecho por el ADN culé, ahora se recurría al neerlandés, señalado como un jugador antitético a las creencias azulgranas. Los centros al área, cada vez más desesperados, eran la única solución del Barça a un partido que debía ser un bálsamo. El Cádiz, con la sartén por el mango, se limitaba a demostrarle a sus rivales como es aquello de sobrevivir, despejando todo balón que sobrevolase las inmediaciones del área. Si no eran los centrales, era Ledesma. El Barça no podía pasar, dando la sensación de que no hubiese marcado aunque el partido hubiese durado dos horas más.
Con el pitido final, se confirmó la victoria gaditana, la primera de su historia en el Camp Nou entre los cánticos de la afición local entre cánticos de "A segunda" para los de Sergio González. Si bien no es representativo de toda una afición, si lo es del momento inestable del Barça. Aunque Xavi le dio aire a los suyos, un nuevo revés en forma de eliminación europea y crisis institucional les deja en el alambre, una situación demasiado familiar, por desgracia, para el Barça en los últimos tiempos.
Víctor Diéguez
Periodista según la UCM. Pasión por el deporte...