Adiós a Mari Pepa, Albareda y Ayala
Los longevos comercios vitorianos cierran su persiana este 2022 después de décadas de servicio a la ciudad
Comercios con solera que cierran en Vitoria
Tres comercios emblemáticos de Vitoria cierran su persiana para siempre: la librería-papelería Ayala, la mercería Mari Pepa y la paragüería Albareda. Pequeños establecimientos de trato cercano, especializado que han servido a varias generaciones de gasteiztarras.
Javier Albareda pertenece a una larga estirpe de comerciantes. Él ha estado al frente del mostrador de la paragüería familiar 42 años. Inició el negocio su padre, Ramón; primero creó la fábrica de paraguas y después llegó la tienda. A Javier le hubiera gustado tener relevo, pero reconoce que la situación del comercio es complicada y que no ha podido ser. Le costó mucho poner el cartel de cierre en el escaparate: "lo tenía hecho pero nunca encontraba el momento de colgarlo" -comenta- pero hizo de tripas corazón y, una vez anunciada la decisión, se desató una auténtica locura entre la clientela que se ha ido acercando a despedirse, a realizar las últimas compras.
Ana Mari Miguel, otro de los rostros de la tienda, cuenta que cuando han metido mano en el almacén para vaciarlo se han encontrado algunas joyitas: paraguas vintage o uno muy especial que cree que posiblemente encargaron a Albareda con motivo de la visita de Juan Pablo II a Loyola y que ha adquirido el Obispado de Vitoria. Ana Mari calcula que dejarán de atender a su clientela en el mes de junio, cerrando así una trayectoria de 72 años. Aseguran, por cierto, que Celedón tiene garantizados paraguas para bastante tiempo porque han servido al Ayuntamiento una buena cantidad.
En el barrio de Aranbizkarra, en septiembre, quien pondrá fin a 58 años de camino será la mercería Mari Pepa. Fue en mayo de 1964 cuando la madre de Ana Zubiaguirre, Maria Josefa Fernández de Gamarra, fundó este negocio. Ella lo ha regentado desde hace 27 años. Recuerda que cuando era niña no era extraño ver a los animales de la vaquería pasear frente a la tienda. Ha llovido mucho desde entonces y Ana cuenta que las rutinas de compra han cambiado tanto como el paisaje, que las nuevas generaciones se tiran a las grandes superficies o a internet, pero que afortunadamente Mari Pepa ha mantenido una clientela fiel -de edad media alta- que les ha permitido mantenerse en la brecha.
Y antes que Albareda y que Mari Pepa cerrará la librería-papelería Ayala. Será el 30 de abril. Maribel Martínez de Estarrona fundó esta librería hace 45 años y es su hermano Eduardo -con quien ha formado tándem por 4 décadas- quien se enfrenta a la bajada definitiva de persiana, algo que vive con una mezcla de sentimientos de alegría y tristeza. Confiesa que ha intentado hasta el final pasar el testigo pero que las dos negociaciones abiertas no han llegado a buen puerto.
Eduardo comenta con agradecimiento y satisfacción que estas últimas semanas todo el mundo parece que necesita un lápiz, en referencia a las numerosas visitas que están recibiendo en este tiempo de despedida. Lamenta que la asociación de libreros no celebre este año en la calle el Día del Libro, porque hubiera sido una bonita forma de decir adiós con el resto de compañeros, así que han decidido colocar un pequeño puesto frente a la tienda para compartir ese día especial con la ciudadanía. Algunos de sus fondos y materiales -como los libros de autores locales con los que han colaborado siempre- pasarán a manos de la librería Anegón, para que nadie se quede en la estacada.