El adiós a las mascarillas, con dudas e incertidumbre

Tras 700 días, este miércoles 20 de abril hemos dicho adiós a las mascarillas en espacios interiores. Un nuevo hito histórico en esta pandemia que, como hemos comprobado en las primeras horas, ha llegado no con pocas dudas e incertidumbre entre los riojanos.

Colegio

A las puertas del colegio Compañía de María, la mayoría de los niños, a primera hora de esta mañana, estaba pendiente de lo que iban a hacer sus compañeros antes de entrar a las aulas.

Dudas en los niños y también en las familias. En el trabajo parece que se impone la tendencia de quitarse la mascarilla, pero habrá lugares públicos donde todavía seguiremos llevándola. Pendientes de lo que hacen los demás, como han hecho los más pequeños.

A mitad de la mañana, en el colegio Vuelo Madrid Manila la fotografía era muy variada. La mayoría de los profesores llevaban mascarilla por precaución pero entre los alumnos había múltiples opciones: están los que ya se la han quitado y otros que la llevan pero de una forma más relajada. Su director, Miguel Ángel Galán, explica que "tratamos de llevarlo con normalidad" y apela a la lógica para saber cómo utilizarla. "Si no se cumple con la distancia, es recomendable ponérsela y debemos llevarla aunque ya entendemos que no es obligatoria llevar mascarilla en las aulas".

Galán apela de nuevo al sentido común cuando por ejemplo, en aulas con espacio suficiente para cumplir con la distancia y contando con la ventilación adecuada, los alumnos llevan la mascarilla bajada pero, que "si van a exponer, hablar en alto o juntarse por grupos, recomendamos que se la suban".

Pediatras

Los pediatras reconocen que la retirada de la mascarilla del interior de los colegios es una medida cuanto menos "controvertida". Se recomienda su uso cuando haya personas vulnerables en el entorno o por ejemplo cuando haya una mala ventilación. Por eso muchos padres seguirán optando porque sus hijos la sigan utilizando, a pesar de que se ha comprobado que la COVID es una enfermedad que afecta de manera leve a los más pequeños. Con todo, el pediatra Paco Escudero advierte de que a las consultas infantiles, una vez que se han relajado más las medidas, "están llegando menores con las patologías de siempre causadas por infecciones".

La calle y los bares

Paseando por el centro de la ciudad, en la calle siguen siendo muchos los que llevan la mascarilla, y todavía más si nos metemos en los supermercados o los establecimientos comerciales. Nos relajamos más en los bares, donde el simple hecho de comer o beber te obliga a quitártela.

Síndrome de la cara vacía

Y seguro que durante estos días han oído hablar mucho del síndrome de la cara vacía. Algo que sobre todo afecta a los adolescentes, que, aunque tienen ganas de quitarse el tapaboca, muestran recelo.

Y es un miedo a sentirnos desprotegidos después de estos dos años de pandemia. La mascarilla ha aportado seguridad y sobre todo para los adolescentes, que están formando su personalidad. Este cambio puede conllevar a cierto temor a como serán vistos a partir de ahora. Víctor Renobell, sociólogo de UNIR, explica que "quitarnos la mascarilla implica desnudarse un poco más y eso está relacionado con el proceso de maduración, por eso a algunos les va a costar un poco más". Con todo asegura que la mascarilla ha venido para quedarse y cree que ahora su retirada no supondrá conflictos entre los que la siguen usando y los que han optado por desecharla.

En el trabajo

Estos posibles conflictos es uno de los peligros que se pueden vivir en el ámbito laboral donde todavía la norma no es clara. El responsable de la asesoría jurídica de la Federación de Empresas de La Rioja, Pedro José Sáez, señala que están a la espera de la actualización del procedimiento sanitario para saber si realmente se puede obligar a un trabajador en determinadas circunstancias a llevar la mascarilla. Aún así, las recomendaciones en este día en los centros de trabajo son las que ya nos conocemos de la pandemia. "Pautas de ventilación, distancia y controlar la sintomatología de los trabajadores para que si se produce, pueda aislarse y no haya un contagio entre el resto del personal", remarca Sáez.

La empresa Eurochamp ha sido una en la que hoy los trabajadores han vuelto a verse las caras. La amplia mayoría de los empleados ha decidido quitársela. El director de producción de la empresa, José Marcilla, cuenta que "el porcentaje de los que no llevaban mascarilla ha sido de un 90% y un 10% los que continúan usándola", remarca antes de indicar que "hay variables porque hay gente que no la utiliza pero que, si va a realizar labores con otra persona que en ese momento la lleva, se la pone".