La Audiencia de Jaén condena a 5 años de cárcel a un hombre por un delito de pornografía infantil

Jaén

Concretamente ha sido la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén la que ha decretado una condena de cinco años de cárcel para un hombre acusado de usar una plataforma digital con el objetivo de convencer a una menor de nueve años para que le facilitara imágenes de contenido sexual. Estas imágenes, además, fueron compartidas por el hombre y distribuidas en distintos grupos. El juicio se ha producido este miércoles y el autor ha reconocido los hechos. De hecho, se ha mostrado conforme con la pena solicitada por el Ministerio Fiscal por lo que no ha sido necesario continuar con la vista.

Se le considera, por tanto, autor de un delito de pornografía infantil. Los hechos se remontan a febrero 2019 cuando la madre de una menor de 9 años puso en conocimiento de la Policía en Sevilla que su hija mantenía comunicaciones a través de una aplicación digital con un hombre que le había pedido fotos de índole sexual. Al mismo tiempo, la Unidad Central de Ciberdelincuencia, encargada de la vigilancia en la red de este tipo de hechos, obtuvo información relevante relacionada con la denuncia interpuesta, al detectarse un usuario con el pseudónimo de 'Huevito' o 'EGG', y que coincidía con el NICK que se comunicaba con la menor.

Utilizaba distintas plataformas digitales donde compartía pornografía infantil con hasta 32 grupos de usuarios. En la investigación colaboró la Interpol, y los agentes comprobaron que la conexión de acceso a Internet de este usuario se establecía desde Úbeda, con la posterior identificación del individuo. La operación culminó el 30 de junio de 2020 con la entrada y registro del domicilio del presunto autor de los hechos, hallándose un teléfono móvil y una tablet que contenían gran cantidad de archivos de carácter pedófilo, por lo que se procedió a su detención y posterior ingreso en prisión preventiva.

Además de la pena de prisión, se le prohíbe durante diez años el ejercicio de actividades o profesión que implique el contacto con menores. Y tras la pena de cárcel habrá otros cinco años de libertad vigilada y la obligación de someterse a programas formativos.