Estos son los nueve parámetros de Osalan para decidir el uso de la mascarilla en las empresas
El Gobierno vasco pide "consenso" con los trabajadores y recomienda a los empleados vulnerables que sigan usando la mascarilla
Vitoria
Los servicios de prevención de las empresas de Euskadi trabajan a contrarreloj para decidir qué hacen con la mascarilla, una vez que su uso en espacios cerrados haya dejado de ser obligatorio con caracter general desde este miércoles. Y ante esa disyuntiva, el Gobierno vasco ha apelado a que la medida se adopte por consenso.
"Nosotros recomendamos que se haga por consenso porque cuando es por consenso es más fácil. En caso contrario y si se mantiene su uso, tiene que estar suficientemente argumentado que el riesgo es mucho mayor que el que existe en la calle, en casa o en un bar" advierte Iñaki Olaizola, subdirector de Planificación del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, Osalan.
Para facilitar la decisión, Osalan ha remitido un escrito a las empresas en el que recomienda que los servicios de prevención evalúen hasta nueve parámetros relacionados con el riesgo de contagio de la covid, antes de decidir si mantienen o levantan la obligatoriedad de la mascarilla en sus dependencias.
Osalan recuerda que "en el entorno laboral y de manera general, el uso de la mascarilla ya no es preceptivo" salvo para los empleados de centros, servicios y establecimientos saniatrios, residencias y medios de transporte de personas.
A partir de aquí, recomienda su uso para trabajadores vulnerables, y cita expresamente al profesorado, "cuando exista un contacto prolongado"
Para el resto de profesionales, aconseja a las empresas que evalúen hasta nueve parámetros: la ventilación adecuada de las dependencias y su nivel de ocupación, el mantenimiento de la distancia interpersonal de 1,5 metros, el tiempo de permanencia en el puesto de trabajo, la actividad concreta, las condiciones de temperatura y humedad relativa, la utilización de espacios comunes como vestuarios y comedores, por ejemplo, los medios de transporte particulares compartidos y la existencia de personas vulnerables en el puesto de trabajo.
Osalan insta a que los empresarios a que adopten la decisión tras escuchar a los servicios de prevención de riesgos laborales y oída la opinión también "de responsables, mandos intermedios y representantes de las personas trabajadoras".