Cristina Peri Rossi, la poeta insumisa, será la gran ausente del Cervantes post pandemia
Es la sexta mujer en recibir el máximo galardón de las letras en español, una de las poetas latinoamericanas más destacadas que ha defendido el amor y combatido los totalitarismos
Tras dos años de celebraciones virtuales por la pandemia, las de Francisco Brines y Joan Margarit, el Premio Cervantes volvía este año a celebrarse como mandan los cánones de la tradición. De manera presencial, con los Reyes, el ministro de Cultura, y la premiada en Alcalá de Henares, ciudad en la que nació Cervantes, el escritor más importante de las letras castellanas. Sin embargo, esta celebración volverá a ser diferente. La uruguaya Cristina Peri Rossi, la galardonada de esta edición no acudirá a la cita por motivos de salud. En su lugar recogerá el premio la actriz argentina Cecilia Roth.
La figura de Cristina Peri Rossi representa a la perfección los puentes creaados entre la literatura latinoamericana y española. Huyó dos veces por cuestiones políticas. De su país de nacimiento, Uruguay, y de la España franquista, país en el que ha residido gran parte de su vida. En 1972 regresó a España y aquí cumplirá el próximo viernes 80 años. "Su obra puente entre España y América Latina ha de quedar como recordatorio perpetuo del exilio y las tragedias políticas del siglo XX", explicaba el jurado de esta edición.
El jurado reconoce la trayectoria de una de lasgrandes vocaciones literarias de nuestro tiempo. Su primer libro lo publicó en 1963. En esa época recibió los galardones literarios más importantes de su país. Viviendo, Los museos abandonados, El libro de mis primos, fueron algunas de sus primeras obras. Fue en 1984 cuando publica La nave de los locos, una de las novelas post-boom latinoamericanas más importantes.
Ha cultivado todos los géneros narrativos y su obra se ha traducido a más de veinte idiomas. Destacó en la poesía con uno de sus libros más recientes, Las replicantes. Y también en la narrativa breve, como demuestran los últimos libros de relatos, Habitaciones privadas o Los amores equivocados. Por supuesto, desarrolló la novela, como El amor es una droga dura y Todo lo que no te pude decir.
En sus sesenta años de carrera, Peri Rossi ha hablado de deseo, de erotismo, de mujeres, de género. Esa manifestación del feminismo desde sus inicios fue clave para que en 2019 ganara el premio Ibertoamericano José Donoso, que destacaba su trabajo en obras como Evohé: poemas eróticos, de 1971, o Babel bárbara, de 1990. Un erotismo que se convirtió en la columna vertebral de toda su obra. Está presente en Evohé,su primer poemario, donde el homoerotismo se convierte en un mecanismo de revindicación frente a la moral burguesa o al mundo religioso. El léxico eclesiástico es utilizado por Peri Rossi para narrar el sexo o el amor, un espacio que como decía en una entrevista en el diario El País en 1998 ha sido en la poesía privilegio de los hombres.
Justamente, esta semana, la editorial Lumen ha publicado Desastres íntimos su gran libro de relatos eróticos. Fue publicado originalmente en 1997, pero ahora regresa a las librerías. En él se asoma al mundo interior de unos personajes atrapados en sus particulares delirios: un Club de Fetichistas que intercambian sus manías sexuales, un hombre enamorado de una mujer-ballena, un marido a quien su mujer ha abandonado por otra, o una bella y eficiente secretaria-modelo-mamá asfixiada por la familia nuclear.
Obtuvo el premio Loewe de poesía con el libro Playstation en el año 2009 y se ha convertido en la sexta mujer ganadora del Cervantes, en sus 47 años de historia, por detrás de Ida Vitale (2018), Elena Poniatowska (2013), Ana María Matute (2010), Dulce María Loynaz (1992) y María Zambrano (1988). Este viernes va a celebrar el cumpleaños más atípico de su vida, a sus 80 años, Peri Rossi ya podrá decir que tiene un Cervantes, el premio más importante de nuestra lengua y que dice la animará a seguir escribiendo desde su casa de Barcelona, donde vive desde los años 70 mirando de reojo la actualidad de su país.
Desde ahí verá la ceremonia del Cervantes o quizá asista de alguna manera no presencial. Ella siempre tan insumisa, como indica el título de su último libro, La insumisa, que era en realidad una novela autobiográdica. “Conservo la libertad, pero sé que la muerte no admite insumisiones”. Fue insumisa en cuestiones de amor, de sexo, de política y también de género, ya que se anticipó a temas tan actuales como la deconstrucción de la masculinidad o contra el llamado binarismo de género, ahora en el debate público. Fue insumisa también en el mundo literario, porque sus obras no están en grandes editoriales, por su propia voluntad. Insumisa en su obra y en una vida, que como ella reconoce, nunca pasó por el armario.