Mi madre era de Mariúpol

Madrid

Mi madre era de Mariúpol. "Si hubieras visto lo que he visto yo", dice uno de los personajes de la novela titulada 'Mi madre nació el Mariúpol', en la que se rastrea la vida de una mujer ucraniana deportada a Alemania en 1944 y que había vivido el ocaso de su aristocrática familia bajo el terror de Stalin. Todas las herramientas de la cultura, incluidos los libros, han de servir también para evitar la normalización de la invasión de Ucrania y los crímenes contra la humanidad que allí se están cometiendo. Mariúpol es la última ciudad mártir de nuestras vidas. En su último bastión de resistencia hay centenares y centenares de civiles y militares que corren el riesgo de ser masacrados por las armas o exterminados por hambre y sed. La presencia de Pedro Sánchez y de la primera ministra danesa en Kiev es importante, pero la solidaridad se tendría que mostrar masivamente en las calles y romper esa capa de desapego tan extraña en nuestro país. "Mi pobre pequeña y enloquecida madre", dice la protagonista de la novela. Los ciudadanos tenemos que hacernos cargo de la dimensión de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor en estos ya casi dos meses de guerra. En esto consiste la humanidad.